Las lesiones y el bajo rendimiento de Mbappé, dudas principales de Francia ante Suiza
A pesar de las lesiones, de no responder por ahora a la exigencia de su prestigio y de no encontrar aún la mejor versión de Kylian Mbappé, solo una hecatombe evitaría que Francia supere hoy a Suiza y adquiera el billete de cuartos de final, donde se podría enfrentar a España.
Se presentan los galos en Bucarest (Rumanía) con cierta desconfianza por sus prestaciones, pero con los colmillos afilados porque ya cada partido es a vida o muerte. «Ahora lo sabemos, o seguimos o nos volvemos a casa», confiesa Paul Pogba. Francia ha pasado como líder del grupo de la muerte, pero aparentemente con lo justo, y toca soltar amarras. Como ocurrió en los octavos de final del Mundial de Rusia ante Argentina (4-3), tras una primera fase discreta.
Didier Deschamps se enfrenta al cansancio de sus jugadores, el enorme respeto que le profesan sus rivales, a la presión del favorito y a las críticas a Mbappé, al que se le exige mucho más en su país que algunas arrancadas y asistencias.
‘Kyky’, pichichi en las últimas tres ligas frances, solo ha marcado un gol en los nueve últimos partidos con Francia; ya son 382 minutos sin anotar desde que lo hizo en la preparación ante Gales. En cambio, está de vuelta Karim Benzema tras su doblete ante su amigo Cristiano.
Los vecinos helvéticos no deberían exigirle, pero la principal preocupación de Francia, además de la ausencia destacada de Mbappé, radica en la defensa. Sobre todo, en el lateral izquierdo. Lucas Digne sufre una lesión muscular que compromete su presencia en lo que resta de torneo y Lucas Hernandez arrastra dolores en una rodilla. Además, Dembélé es baja segura y los Marcus Thuram, Thomas Lemar, Jules Koundé y Adrien Rabiot se someten a una estrecha vigilancia de médicos y recuperadores por diversas molestias. Un año casi seguido de competición pasa factura incluso a portentos físicos y campeones del mundo.
Enfrente, los suizos no son una maravilla pero funcionan como un reloj en cuanto a regularidad. Se han clasificado a octavos en los últimos cuatro grandes torneos, pero en ese cruce es su fin de trayecto. Esta vez han disfrutado de ocho días de descanso desde su último partido, tres más que los franceses.