Bélgica tumba a la campeona
Un gol de Thorgan Hazard eliminó a Portugal, que mereció más y erró en el remate. Nueva lesión de Eden Hazard
Un gol del ‘hermano’, Thorgan Hazard, clasificó a Bélgica en un partido emocionante que Portugal perdió tras lanzar un disparo a la madera, obra de Guerreiro, y desperdiciar dos buenas ocasiones de Diogo Jota y Ruben Dias. Los lusos merecieron más, pero no encontraron el gol. Los diablos rojos pagaron cara su victoria: De Bruyne y Eden Hazard se lesionaron. El madridista se echó mano a la parte posterior del muslo y fue cambiado por el rojiblanco Carrasco al final del partido. Mala suerte para el jugador blanco, que cae de dolencia en dolencia con resignación.
Siete mil portugueses convirtieron el estadio en una grada rojiverde que sufrió una gran decepción ante el infortunio de los suyos. Los aficionados belgas eran un millar, pero el gol del otro Hazard, Thorgan, significó que la fiesta de los diablos rojos compitiera con la abrumadora mayoría lusitana hasta transformar las tribunas de La Cartuja en un bonito griterío. Parecía que hubiera sesenta mil espectadores y solo había catorce mil.
El partido nació como un duelo táctico de ajedrez. Fernando Santos y Roberto Martínez enseñaron sus cartas con mucha precaución y sin dejar huecos. Se temían. Los dos ataques eran peligrosos. Un fallo era una oportunidad. Portugal buscó el flanco débil por el lado de Vermaelen, el central derecho de Bélgica en la defensa de tres que define el sistema de Bob Martínez. Cristiano le buscó las cosquillas tres veces, pero el tosco y corpulento ‘stopper’ aguantó la afrenta. Los belgas asustaron con una carrera del tanque Lukaku, que se llevó por delante a tres portugueses que le agarraron sin poder tirarle, hasta que la jugada acabó en un disparo alto de Thorgan Hazard.
Tres ocasiones muy claras
El ’Hazard bueno’ avisaba, pues tras esa arrancada de Lukaku se abrió el partido. Ambos equipos eran de calidad, amantes del fútbol ofensivo, casados con el gol, y aparcaron sus miedos para atacar en profundidad. Fue el cuadro de Roberto Martínez el que rompió el encuentro cuando el propio Thorgan lanzó un trallazo con efecto que engañó a Rui Patricio en el aire hasta que el balón penetró por el centro de la portería. Era un disparo accesible para el guardameta, que se vio sorprendido por el cambio de rumbo de la pelota. Un fallo muy grave.
El gol inyectó las urgencias en el conjunto de Santos y consolidó la estrategia de robo y contragolpe de los hombres del español Roberto Martínez, el gran secreto del éxito de Bélgica en el último lustro.
Portugal buscó a Cristiano como única solución. La respuesta belga era de miedo, basada en la potencia de salida con balón de Meunier y Tielemans.
Fernando Santos necesitaba introducir otros hombres en ataque que aportaran talento para abrir la muralla rival. Joao Félix reapareció en busca de su golpe de magia. Bruno Fernandes volvió al esquema, tras una Eurocopa gris, a la espera de recuperar la mejor versión. Cristiano generó la primera oportunidad lusa en un pase perfecto a Diogo Jota, que lanzó su remate alto a once metros de Courtois.
El combate estaba claro. Ataque descarnado de los portugueses y contraataque mortal de los diablos rojos. El rojiblanco Joao Félix, el más bajito del lugar, cabeceó con peligro un balón que el cancerbero del Real Madrid detuvo con seguridad. Lukaku contestó con una volea que se marchó fuera.
Santos sacó a André Silva, ariete puro, para duplicar el remate junto a Cristiano. La contestación de Bélgica la dirigió Eden Hazard con dos arrancadas que fueron frenadas en falta. El madridista tuvo pinceladas de clase y sumó su partido 700 al más alto nivel. Su lesión es otro golpe anímico.
Los lusos jugaron contra el reloj. Ruben Dias tuvo la segunda oportunidad del empate en un cabezazo franco que paró Courtois. Guerreiro estrelló un tiro en la madera. Portugal murió con ocasiones para no perder.