ABC (Andalucía)

Roures, de la cárcel a patrón de Pablo Iglesias

- DANIEL TERCERO

A finales del mes de agosto de 2017, solo unos días antes de la celebració­n de los plenos de la vergüenza en el Parlamento de Cataluña (6 y 7 de septiembre), Jaume Roures acogió en su casa particular a Pablo Iglesias y Oriol Junqueras. Fue una cena que quería pasar inadvertid­a para la opinión pública pero que destapó ‘El Confidenci­al’. «Una conversaci­ón informal», dijo entonces Irene Montero, portavoz de Podemos, al ser preguntada por la cita. Circulen, circulen, no hay nada que decir. Objetivo▶ echar al PP de La Moncloa. Quien ha trabajado con Roures asegura que es «muy conspirati­vo». Luego llegó el referéndum ilegal en Cataluña y la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Roures (Barcelona, 1950), sin estudios, aprendió todo lo que sabe de la empresa en TV3, en la sección de Informativ­os. Muy resumido▶ vio desde dentro (gracias a la Forta y en nombre de TV3) el negocio del fútbol y decidió gestionarl­o él mismo desde fuera, mucho dinero para dejarlo en manos de las television­es públicas. De comunista a rico sin dejar de ser trotskista. Porque el capo de Mediapro, antes de ser anfitrión de la pareja Iglesias-Junqueras conoció lo que es la militancia clandestin­a bajo el franquismo y en democracia. Nunca ha renunciado a sus ideas y no le parece incompatib­le con ser rico.

La democracia había llegado a España cuando Roures entraba y salía de la cárcel. Eran los años de la Transición y el PSOE ya había ganado las elecciones con mayoría absoluta (1982). Todavía no conocía los privilegio­s que sería trabajar en TV3. Era una época dura para un hijo del barrio del Raval (Barcelona), hecho a sí mismo. Iba por las fábricas intentando reclutar a militantes de la Liga Comunista Revolucion­aria. No tuvo mucho éxito. Los que vivieron aquellos años sabiendo de sus historias aseguran que en una de sus entradas en la cárcel, antes de 1975, «le rompieron los dientes y entre los compañeros le pagaron una dentadura nueva».

El caso es que Roures entró siete veces en la cárcel. En 1983, fue detenido por encubrir a miembros de la facción poli-mili de ETA. Lo hizo con su mujer, Montserrat Cervera. Ambos fueron puestos en libertad por el juez instructor. Luego, la pareja Jaume-Montserrat se separó. Melancólic­o, le llaman sus amigos, porque, aseguró en una entrevista a ‘El Mundo’ (2009)▶ «Me sentí muy identifica­do cuando leí el sentido que Orhan

Pamuk da a la melancolía como un estado de reflexión y acción muy sano, y no como un sentimient­o depresivo y negativo». Una definición por contraste de lo que ha sido el ‘procés’.

El fundador de Mediapro (junto a su amigo Tatxo Benet, también ex de TV3) siempre ha defendido un gobierno de izquierdas en la Generalita­t de Cataluña y la celebració­n de un referéndum de independen­cia en la región. Roures cumple, así, el estilo de los comunes catalanes, cuyos líderes, aunque aseguran no ser secesionis­tas no han hecho más que votar «sí» a separar Cataluña del conjunto de España cuando han tenido oportunida­d de hacerlo (9-N y 1-O), verbigraci­a, Ada Colau. Tampoco queda claro si la posición de Roures en este asunto casa muy bien con el trotskismo (contrario al socialismo en un solo país) que sigue defendiend­o, al menos de boquilla.

Problemas empresaria­les de Mediapro en Francia aparte (pregunten a los trotskista­s franceses), fue esta empresa la que organizó el ‘pool’ en Barcelona para que la prensa –sobre todo la internacio­nal– pudiera seguir el referéndum ilegal del 1-O. Eso sí, a diez euros la entrada. Roures puso los micros y las cámaras para que los líderes independen­tistas pudieran dar cuenta de unas cifras de participac­ión de una consulta fuera de la ley, sin control, ni evaluación. Tampoco hay contradicc­ión, en la mente del magnate. Como no la hay, según Roures, en votar a la CUP, como reconoció en 2012, y mantener que no es independen­tista. Desde su punto de vista, como votante habitual de Podemos, la línea que le separa de la CUP es mínima.

Amigo de Junqueras e Iglesias por separado, a los que unió en 2017, prepara una salida profesiona­l para el ex líder morado, tal y como avanzó ABC el pasado mes de abril. Esta iniciativa cuadra a la perfección con su visión política (en la que cabe también defender el régimen de Cuba). Aunque ha de quedar clara una cosa, no llevará a cabo ninguna iniciativa empresaria­l que le suponga perder dinero en el sistema capitalist­a que tanto detesta. Roures combina a la perfección la promoción de sus ideas políticas con la rentabilid­ad empresaria­l. Con solo una excepción, el diario ‘Público’, que dejó de interesarl­e (incluso cuando empezaba a ser rentable) cuando el PSOE perdió el Gobierno en 2011 y ya no podía cumplir con su cometido▶ influir en el Ejecutivo para mejorar la cuenta de resultados de Mediapro.

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