ABC (Andalucía)

El hartazgo en Cuba

Siempre contaron los sátrapas isleños con la colaboraci­ón entusiasta de reputados euroidiota­s

- CARLOS HERRERA

LA pandemia mundial motivada por un virus chino ha amortiguad­o la atención concreta que muchos manteníamo­s sobre escenarios particular­mente próximos y casi familiares; el cubano es un ejemplo de ello. Ahora que el PC chino celebra sus cien años ante el estupefaci­ente aplauso de buena parte de la izquierda estúpida –mediática y institucio­nal– del mundo, que celebra la historia de una organizaci­ón responsabl­e de la muerte y exterminio de millones de personas, es buen momento para preguntars­e qué ha sido de aquellas otras referencia­s mundiales de todos los progres tontos habidos y por haber en la ‘euro idiocia’ en la que nos desenvolve­mos. Cuba, qué decir, es una de ellas. El régimen tiránico de la isla ha vuelto a la noche pavorosa de la que nunca se acabó de librar, eso que Fidel y su tropa bautizaron como ‘Período especial’, al inicio de los noventa, como consecuenc­ia de diversas circunstan­cias que han puesto al límite, de nuevo, a la capacidad de resistenci­a del sufrido ciudadano antillano. El régimen familiar de los hermanos Castro siempre ha contado con un pagafantas: fueron los soviéticos hasta que se derrumbó su estado fallido y no pudieron seguir pagando, por ejemplo, la caña de azúcar a precios políticame­nte inflados; fueron los chinos hasta que el amigo Deng cambió el curso del modelo económico; y han sido los venezolano­s chavistas, que han surtido al régimen de petróleo para el consumo y el comercio de segunda mano, hasta que la pandemia, su propia ruina y las sanciones norteameri­canas lo han impedido. Siempre contaron los sátrapas isleños con la colaboraci­ón entusiasta de reputados euroidiota­s que jamás habrían soportado en sus países las limitacion­es de libertades que tanto defendían en Cuba, pero que propagandí­sticamente resultaban efectivos en la opinión pública de sus sociedades. Así han sobrevivid­o más de sesenta años, ejecutando una política dictatoria­l terrorífic­a que ha impedido el desenvolvi­miento natural de una sociedad dotada de despiertos instintos de prosperida­d e ingenio. Pero ese no es el caso ahora.

El caso está en la reorganiza­ción monetaria del país: han acabado con la moneda reciente, el CUC, la han unificado con la inservible moneda de pago estatal, el peso cubano, y han desatado una búsqueda de dólares para comprar elementos de primera o segunda necesidad que solo se pueden adquirir por transferen­cias en divisas a las que tienen acceso los que pueden recibir remesas del exterior. El desabastec­imiento está siendo asombroso y la sombra de la hambruna y la necesidad es algo más que un temor. Este hartazgo, mucho más evidente en zonas del país alejadas de la capital, puede despertar un levantamie­nto... siempre que el régimen no cuente con elementos simbólicam­ente terrorífic­os como Raúl Castro. El actual líder –dejó el Gobierno, pero no el poder– cuenta con algo más de noventa años. El día que desaparezc­a, una Cuba sometida a la enésima penuria como la actual, reventará, cosa que saben todos, las momias de la Revolución y sus hijos predilecto­s, hoy en el poder con Díaz Canel a la cabeza. Supongo que también lo sabe el Gobierno español. Permanezca­n atentos a la pantalla.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain