El Gobierno ordenó al Ejército que no identificara al líder del Polisario
El general de la Base Aérea de Zaragoza desvela al juez que les exigieron saltarse el control de pasaportes Investigación judicial por los posibles delitos de encubrimiento, prevaricación y uso de pasaporte falso
El líder del Frente Polisario, Brahim Gali, imputado penalmente en España por genocidio, entró furtivamente en nuestro país para recibir asistencia hospitalaria porque así lo ordenó el Gobierno. Es lo que ha contestado al juez el general jefe de Movilidad Aérea, José Luis Ortiz-Cañavate. Era el jefe de la Base Aérea de Zaragoza el 18 de abril, cuando aterrizó el avión del Gobierno argelino en el que llegó Gali. Los militares que tenían que controlar la entrada de los pasajeros de ese avión no lo hicieron, porque les ordenaron que se saltaran el control de pasaportes. Así se evitaba que identificaran al líder del Polisario y se encubría su entrada en España. Gali fue recogido en ambulancia y trasladado al Hospital de Logroño, donde permaneció casi dos meses, lo que ha generado una crisis diplomática con Marruecos y la apertura de una investigación judicial por posibles delitos de encubrimiento, prevaricación y uso de pasaporte falso.
El magistrado zaragozano Rafael Lasala trata de identificar a los responsables de esa entrada furtiva de Gali. Para eso dirigió nueve preguntas al general jefe de la Base de Zaragoza. Y el escrito de respuestas, al que ha tenido acceso ABC, indica que la orden les llegó del Estado Mayor del Ejército del Aire, que a su vez la había recibido desde el «gabinete de la ministra de Asuntos Exteriores». Apunta así, de lleno, a la ministra Arancha González Laya y, por ende, al Gobierno.
Exteriores habla de cortesía
Tras desvelar ayer ABC las respuestas del general al juez, fuentes del Ministerio de Exteriores afirmaron a este periódico que la práctica tradicional en España, aplicada con carácter habitual por ejemplo en la Base Aérea de Torrejón, es no someter a control los pasaportes que portan los pasajeros que llegan en un vuelo oficial –por tanto, con las pertinentes autorizaciones, dicen–. Sostienen desde el ministerio de González Laya que es una cortesía diplomática frecuente en muchos países. Argumentan que en algunos se recogen todos los pasaportes para sellarlos, pero sin que se trate de un control en sentido estricto –aseguran–, y que también los hay que requieren que se rellene un formulario. Eso sí, los pasajeros están obligados a llevar encima su documentación, que puede serles requerida.
Sin embargo, esta versión del ministerio choca frontalmente con lo detallado por el general Ortiz-Cañavate ante el juez que investiga el caso, que asegura que se incumplió el control que marca el procedimiento oficial.
Controles incumplidos
Una de las nueve preguntas del magistrado incidía precisamente en ello. Le reclamó al general que indicara las «actuaciones que se realizan para la comprobación o verificación de un pasaporte diplomático y si en esta ocasión se actuó conforme a las mismas». Y la respuesta del general ha sido nítida «La Base Aérea de Zaragoza dispone de un Procedimiento Operativo por el cual los pasajeros de aeronaves extranjeras que aterricen en ella procedentes de países fuera de la zona Schengen deben pasar control de pasaportes, acción que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado del aeropuerto civil. Esta normativa está basada en una Instrucción General del Estado Mayor del Ejército del Aire. En este caso concreto no se siguió el procedimiento habitual debido a la orden recibida del Estado Mayor del Ejército del Aire». Orden que, como el general explica en otra de sus respuestas, partió del gabinete de la ministra González Laya.
Afirma el general Ortiz-Cañavate que lo único que les indicaron a los militares de la Base de Zaragoza es que llegaba un paciente con pasaporte diplomático argelino y que se le debía dejar pasar sin pedirle la documentación, ni a él ni a quien le acompañaba.
Por eso, el general le indica al juez que no supieron quién era ese viajero, pese a que reconoce que eso supuso infringir la normativa. «No se solicitaron los pasaportes», indica expresamente el general. «No se siguió el procedimiento habitual debido a la orden recibida del Estado Mayor del Ejército del Aire», remarca. Fueron órdenes que los mandos de la Base de Zaragoza recibieron por teléfono, desde la Sección de Relaciones Internacionales del Estado Mayor del Ejército del Aire. Les ordenaron –detalla el general– «que el personal que viajaba en el avión no pasara control de pasaportes ni aduana».
Apunta a González Laya
Ortiz-Cañavate aclara en sus respuestas al juez que el Estado Mayor del Aire no actuó por iniciativa propia, sino siguiendo instrucciones del Gobierno. Y el general especifica su origen «Las órdenes que este organismo dio a los responsables de la Base Aérea de Zaragoza, entre las cuales se encontraban el no realizar los trámites de aduanas e inmigración, le fueron transmitidas [al Estado Mayor del Ejército del Aire] por parte del gabinete de la Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación».
La furtiva entrada de Gali en España fue denunciada ante los juzgados por el abogado Antonio Urdiales. El juez zaragozano Rafael Lasala vio indicios de delito y está instruyendo diligencias de investigación, con las que se intenta desentrañar quiénes intervinieron en la entrada de Gali en España, la cadena de mando y de dónde partieron las órdenes.
José Luis Ortiz-Cañavate
General jefe de Movilidad Aérea «No se siguió el procedimiento habitual debido a la orden recibida del Estado Mayor del Ejército del Aire»
«Las órdenes que este organismo dio a la Base Aérea de Zaragoza (...) le fueron transmitidas por parte del gabinete de la ministra de Asuntos Exteriores»
«Se recibió información telefónica de que en el avión viajaba un paciente con pasaporte diplomático argelino», con la orden de que «no pasara control de pasaportes ni aduana»