La CEOE tacha de «regresiva» la reforma de Díaz y le recuerda el 30% de temporalidad del sector público
► La patronal acusa a la ministra de querer crear empleo con «un abordaje marxista del mercado laboral»
Intervencionista, marxista, regresiva... Son solo algunos de los calificativos con los que la organización empresarial se refiere a la propuesta de desmontaje de la reforma laboral defendida por Yolanda Díaz. La patronal ha elaborado una réplica a su «revolución laboral», plasmada en un texto al que ha tenido acceso ABC, en el que manifiesta su «oposición frontal» a las reformas que se formulan y en el que asegura que «introducen rigidez en el mercado de trabajo, ignorando las recomendaciones de la Unión Europea y de los organismos internacionales y, también, de las necesidades específicas de la economía española y los retos cualitativos y cuantitativos de nuestro mercado de trabajo».
La réplica al desmontaje de la reforma laboral ha sido presentada ya al Ministerio de Trabajo y en este argumentario la patronal explica que temporalidad y precariedad no son fenómenos equiparables y que todos los países cuentan con márgenes de temporalidad «imprescindibles para afrontar la actividad normal de las empresas, con elementos de flexibilidad suficientes para garantizar la competitividad a nivel global. De ahí –prosigue– que el promedio de temporalidad en la UE se sitúe en torno al 14% sin merma de derechos».
La ministra insiste en derogar los cambios del PP, pese al rechazo de Bruselas, y, además, ha preparado una ofensiva contra la temporalidad que, en la práctica, haría desaparecer esta figura. Díaz pretende limitar al máximo las condiciones bajo las cuales se podrá firmar un contrato temporal en lugar de uno fijo y obligar a convertir a indefinidos todos los contratos que no se ajusten a lo establecido. También pretende limitar su duración que, como máximo, sería de un año.
En su texto-réplica la CEOE recuerda a la ministra que en España la temporalidad proviene en su mayoría del sector público, cuya tasa, del 30,4%, supera ampliamente la del ámbito privado, del 22%, y denuncia que su incidencia entre las mujeres es doce puntos superior a la de los hombres, 35,8% frente al 23%. Puntualiza que «a diferencia del sector público, la temporalidad en el privado responde a causas muy concretas» y que «las características productivas de nuestra economía, muy dependiente de actividades estacionales o cíclicas, explican por sí solas buena parte de ella».
De espaldas a Bruselas
En el trabajo se asegura que abordar una reforma de la contratación temporal que pretenda la eliminación o la utilización simbólica es ajena a las demandas europeas y que acometiendo ajustes en el sector público y atajando las irregularidades en la contratación se lograría una reducción sensible de la temporalidad sin necesidad de «un cambio tan radical y contraproducente como el formulado». Para la organización que dirige Antonio Garamendi las medidas propuestas por Trabajo son «radicales y contraproducentes», alude a que se hacen «desde un abordaje marxista» y que «restarían oportunidades a nuestras empresas».
El rechazo también es tajante al intento de acabar con la prevalencia del convenio de empresa. «Es inasumible e irrenunciable», dice. También se muestra contraria la patronal a acabar con la ultraactividad y propone mantener, como ahora, la libertad de las partes para negociar los plazos.