Romance de las otras
Díaz vuelve a desafiar a Calviño con la subida del SMI y alardea de tener hilo directo con Sánchez
Tiene la vicepresidenta de asuntos laborales y escudos vitales a la patronal comiendo de su mano, en un caldoseo en el que la distancia social es inversamente proporcional a la diferencia política. Si Pablo Iglesias actuaba de enlace gubernamental con ERC y Bildu, su sucesora en los carteles de Unidas Podemos, más aseada y maqueada, se dedica a mediar entre el Ejecutivo y los empresarios, lampando por los fondos europeos y dispuestos a firmar las letras que en forma de cuadernos para el diálogo social les va pasando Díaz. «Renuncio a ver el sol cada mañana/ Rezando el credo que me has enseñado/ Miro tu cara y digo en la ventana/ Yolanda/ Eternamente Yolanda», canta la nueva trova patronal. Se crece tanto la vicepresidenta tercera que incluso puentea a Nadia Calviño, comadre superiora, para negociar directa y fructíferamente con Pedro Sánchez la subida del salario mínimo profesional, bien asesorada por el comité de expertos y expertas que ella misma reclutó para que le dieran la razón en todo. Ayer volvió a la carga. La vicepresidenta de ajustes y rigores rechaza cualquier incremento del SMI, condicionado por los datos macroeconómicos y las cifras de empleo de los próximos meses, pero su ‘comadre inferiora’ no solo insiste en su pulso, sino que alardea de las excelentes relaciones que mantiene con Sánchez para enredar y encelar un poco mientras Calviño, sin ver el sol cada mañana, hace el cuadrante trimestral.