Bruselas mejora su previsión para España, pero ve «riesgo» en las variantes del virus
▶ A pesar del aporte del Fondo de Recuperación, prevé menos crecimiento en nuestro país en 2022
Se volverán a aplicar las reglas del Pacto de Estabilidad no antes de 2022, cuando se alcancen los objetivos de crecimiento
La economía europea se recuperará más rápido de lo esperado, ya que la actividad en el primer trimestre de este año ha superado las expectativas gracias a que la mejora de la situación sanitaria ha propiciado una rápida flexibilización de las restricciones de la lucha contra la pandemia en el segundo trimestre. Según las previsiones económicas de verano de la Comisión Europea presentadas ayer, la economía de la UE y la zona del euro crecerá un 4,8% este año y un 4,5% en 2022. Los análisis de Bruselas no tienen en cuenta la evolución de la pandemia en los últimos días y el hecho de que varios países, España entre ellos, estén conociendo una rápida expansión de los contagios de las nuevas variantes, aunque el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, asume que este es «el principal riesgo» que amenaza la recuperación.
Para hacerse una idea de la fragilidad de estos pronósticos, que se hacen siempre bajo la asunción de que no hay cambios en la política que ejecutan los gobiernos ni en las circunstancias que puedan intervenir en la economía, basta decir que lo publicado ayer desmiente totalmente los últimos pronósticos hechos hace tres meses. En comparación con las previsiones de primavera, las últimas que ha publicado el Ejecutivo comunitario, el crecimiento esperado para 2021 es significativamente mayor de lo que se decía entonces: un 0,6 más para la UE en su conjunto y un 0,5% en la Eurozona. Para la zona de la moneda única se considera que la reactivación se ha iniciado un trimestre antes de lo que se pronosticó en las previsiones de primavera. Se espera que España crezca un 6,2% este año y un 6,3% el que viene, una de cal porque son tres décimas más de lo que se preveía en primavera para 2021, pero medio punto menos de lo que se esperaba para 2022, y eso que el comisario Gentiloni considera que en el caso de nuestro país «la implementación del plan de recuperación proporcionará un impulso adicional» el año que viene. La inflación puede llegar al 2,1% en 2021 y reducirse al 1,4% en 2022, lo que entra dentro de los márgenes del conjunto de la UE.
La Comisión considera que la reapertura de la actividad benefició especialmente a las empresas del sector servicios. Las previsiones actuales tienen en cuenta la percepción optimista de consumidores y empresas que sugieren que ya se está produciendo un fuerte repunte en el consumo privado. Además, la Comisión cuenta con que ya se habría iniciado una reactivación de la actividad turística dentro de la UE, que debería beneficiarse aún más de la entrada en vigor del nuevo certificado Covid desde el 1 de julio. La Comisión no ha tenido en cuenta los datos epidemiológicos más recientes que en ciertos casos empiezan a ser preocupantes y están llevando a la reversión de algunas de estas medidas. Según Gentiloni, «las variantes del virus representan el principal riesgo y si la política de vacunaciones no progresa, sobre todo en los países más vulnerables, la recuperación puede volver a debilitarse».
Gentiloni ha dicho ser consciente de que en España «asistimos a un aumento del contaminación como sucede en varios países, y no podemos ignorarlo. Pero la campaña de vacunación está dando sus frutos, las vacunas son eficaces para la variante Delta» aunque «en nuestras previsiones hemos usado datos hasta finales de junio» es decir, cuando no se tenía la impresión de que estamos en el comienzo de un nuevo repunte, por eso aconseja que «debemos seguir siendo vigilantes sobre la situación». El comisario reconoció la dificultad de hacer previsiones en la evolución de la pandemia, pero en todo caso prefirió constatar que «la tendencia no es la de aumentar las restricciones, sino de levantarlas».
Respecto al debate que se espera para otoño sobre el calendario de la vuelta a la ortodoxia fiscal como regla general, el comisario no tiene prisa. En su opinión, solo será necesario pensar en que se vuelvan a aplicar las reglas del Pacto de Estabilidad «cuando volvamos a alcanzar los objetivos previstos de crecimiento», es decir, no antes de 2022 y mientras sigue pensando en «seguir aunque sea de una forma más selectiva, con las políticas de expansión y apoyo a las economías. Las reglas que se van a revisar en otoño, que es cuando está previsto el debate, deben ser reglas que nos permitan apoyar lo que más necesitamos ahora, que es crecimiento sostenible».
Preguntado por el cumplimiento del compromiso del Gobierno español de presentar una legislación laboral antes de fin de año, Gentiloni afirmó tener datos de que las negociaciones entre la patronal y los sindicatos «van bien» y «esperamos que la conclusión será positiva, según las expectativas expuestas por el Gobierno en el plan de recuperación que nos presentó».