Pedro Letai El exabogado antipiratería de la SGAE, sin doctorado por plagio
► La Universidad Autónoma de Madrid ha anulado el grado que le otorgó, precisamente por una tesis sobre derecho de la propiedad intelectual. Antes, se sospechó de sus novelas y poesías, donde copió a tuiteros y grandes autores
Juego de espejos Reprodujo textos de abogados que defendían a clientes acusados por la propia SGAE de vulnerar los derechos de autor
No parece que haya precedente en España. Una tesis doctoral manchada por graves acusaciones de plagio, decenas de párrafos en casi 50 páginas obscenamente copiados sin citar a los autores y a los dos años, investigación disciplinaria mediante, la institución que expidió el título decide retirarlo. El desposeído se llama Pedro. De apellido, Letai Weissenberg, tal y como figura en el anuncio que la Escuela de Doctorado de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) publicaba ayer en el BOE para dar cuenta de la anulación del grado. Apenas cuatro líneas en las que se invoca un artículo de la Ley de Procedimiento Administrativo Común (LPAC) que zanja que eso es lo que toca cuando «se adquieren facultades careciendo de los requisitos esenciales para ello».
Amén de ser, posiblemente, un caso único, el de Pedro Letai es también desconcertante porque es un experto en antipiratería. La tesis de autos, leída en 2012, va sobre la infracción de los derechos de propiedad intelectual, en concreto de las obras musicales en internet, un saber que sin duda le sería de gran utilidad para el trabajo como abogado de la Sociedad General de Autores (SGAE) que ejerció entre diciembre de 2016 y abril de 2019. En los meses previos a ese fin contractual es cuando salió lo suyo.
Se dice que alguien filtró a la prensa unas primeras denuncias por plagio en un libro de Letai (‘Las cosas que no pueden ser’, donde 250 de 310 aforismos se calcaron de twiter, de Paul Auster, de Ray Loriga...) en medio de la refriega cainita que sacudió a la organización cuando el escándalo de ‘La rueda’. Ese contubernio de millones de euros entre las televisiones y los mandamases de la SGAE, que acabó intervenida por el Ministerio de Cultura.
«Por su propia naturaleza y por la época en la que vivimos, seguro que contiene frases breves, y sobre todo, ideas, que otros hayan podido expresar con anterioridad, de forma igual o parecida. Nada más lejos de mi intención el que sientan que me he apropiado de ellas», se excusó el interpelado, por entonces famosillo en el couché por ser pareja de la modelo Laura Ponte.
Pero le quedaba lo peor. Más copieteo. Se descubrieron en 99 de las 160 páginas de otra obra suya previa, ‘Siete canciones pasadas la medianoche’, textos sacados de diarios, del periodista Manuel Jabois y otra vez de Loriga. La editorial Espasa retiró su poemario ‘Dejamos de contar los días’. Y el digital elDiario.es reveló lo de la tesis, precisando además que Pedro había reproducido escritos literales que dos letrados, David Bravo y Javier de la Cueva, habían formulado para defender a clientes demandados por piratería... por la propia SGAE. Maldito juego de espejos.
Letai no ha negado lo obvio, pero dijo haber sido «engañado» en algún caso y que confió «en quien no debería haber confiado» en otro, como si hubiera recurrido a un ‘negro’ de los que te escriben por encargo. Ha vuelto a publicar este año, ‘Yo entiendo de estas cosas’, algo autobiográfico. Dirige su asesoría, BTF, «Comunicación y estrategia legal a la medida de cada autor, de cada carrera», dice la web. Él se ha declarado «autor fallido».