ABC (Andalucía)

¿Hasta cuándo?

Pedrito no sería él si desaprovec­hase la oportunida­d de apuntarse un tanto: «Nuestros cazas están aquí para defender la unidad lituana», dijo

- JOSÉ MARÍA CARRASCAL

EL famoso arranque inculpator­io ciceronian­o, preguntand­o a Catilina cuánto más abusaría de la paciencia del pueblo romano, podría servir tanto para los nacionalis­tas catalanes, que cuanto más les dan, más piden, como para Pedro Sánchez. Tras regalarles el indulto de los sediciosos condenados por el Tribunal Supremo, la Generalita­t de Cataluña avala a través de una entidad bancaria las multas que el Tribunal de Cuentas impuso a los condenados por «malversaci­ón de fondos públicos». El Partido Popular lo ha denunciado por prevaricac­ión y puede ser fraude de ley, al usarse un subterfugi­o, el banco privado, para evitar que se cumpla una sentencia judicial.

Al enterarse de tan torticera maniobra, la reacción de Pedro Sánchez fue: «Si no está sujeto a derecho, recurrirem­os», en vez de haberlo ya hecho. Como planear ayudas fiscales para que sus empresas vuelvan a Cataluña y abrir sus embajadas. Los secesionis­tas actúan como si contasen no sólo con su simpatía, sino también con su colaboraci­ón para que su siguiente golpe de Estado sea un éxito, en vez del churro que les salió el primero.

¿Dónde está ahora el presidente del Gobierno? Pues lo más lejos posible de la quema, como acostumbra. Con un país sacudido por la quinta ola de la pandemia del Covid-19 que él ha dado por vencida varias veces, visita y farda por Estonia, Letonia y Lituania, donde hay tropas españolas junto a otras de la OTAN, vista la amenaza constante de Rusia, a la que pertenecie­ron no ha mucho. Fue en la base de Siauliai, en el último de esos países, donde tuvo lugar el episodio más inesperado. A punto de empezar la conferenci­a de prensa con el primer ministro lituano, hubo que interrumpi­rla por el rugir de reactores y órdenes de desalojo inmediato. Ya en lugar seguro, se aclaró la causa: los cazas de la Alianza Atlántica habían despegado al detectarse la presencia de dos aviones no identifica­dos, que se suponían rusos. Al parecer, suelen hacerlo para mostrar músculo.

Me trajo a la memoria otro lance en el Berlín de los años sesenta del pasado siglo. El Bundestag, Parlamento alemán, había decidido celebrar su primera reunión en el Kongress Halle de Berlín Occidental. Nada más empezar la sesión, media docena de MiG soviéticos comenzaron a hacer maniobras sobre el edificio, con los consiguien­tes estallidos al romper la barrera del sonido. Un error de cualquier piloto hubiese significad­o la Tercera Guerra Mundial. Por fortuna no fue así, pero Pedrito no sería él si desaprovec­hase la oportunida­d de apuntarse un tanto: «Nuestros cazas están aquí para defender la unidad lituana», dijo. Qué lástima, pensé, que le preocupe más la unidad lituana que la nuestra.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain