El Consejo de Seguridad Nuclear veta la mina de uranio de Retortillo
▶ La minera Berkeley estudiará opciones legales tras el golpe final al proyecto
Tras más de una década de polémicas, batallas judiciales, tramitaciones y 94 millones de euros invertidos en la zona, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) prácticamente zanjó ayer el proyecto de la mina de uranio de Retortillo (Salamanca). El plan de la empresa australiana Berkeley obtuvo una resolución desfavorable a la construcción de la planta de fabricación de concentrados de uranio. En su evaluación técnica, el ente ve peligro de contaminación radiactiva de los acuíferos y deficiencias técnicas para el almacenamiento de los residuos, lo que en la práctica hacen inviable el proyecto.
Tras una votación que logró mayoría de cuatro votos a uno, el órgano informará desfavorablemente al Ministerio para la Transición Ecológica sobre el proyecto que, de salir adelante, hubiera supuesto la apertura de la mayor mina de uranio a cielo abierto de Europa. El ministerio que dirige Teresa Ribera tiene ahora la última palabra, aunque en este caso el informe del CSN es vinculante.
La decisión del CSN se basa en «la escasa fiabilidad y en las elevadas incertidumbres» de la seguridad de la instalación radiactiva en los aspectos geotécnicos e hidrogeológicos. El ente ve peligro de contaminación de los acuíferos de la zona. También argumenta «deficiencias técnicas» detectadas en la evaluación del almacenamiento definitivo de residuos radiactivos de muy baja actividad.
El único consejero que se desmarcó de la decisión, Javier Dies, emitirá un voto particular por escrito en un plazo de 48 horas.
Detractores del proyecto como la plataforma Stop Uranio celebraron ayer que el Consejo de Seguridad Nuclear haya dado «carpetazo definitivo al proyecto radiactivo» de Berkeley. «Tras una década de movilizaciones vemos la luz al final del túnel, con una decisión fundamentada en criterios técnicos, cuando nos podíamos haber ahorrado sufrimiento y 2000 encinas centenarias», dijo José Ramón Berrueco, de la plataforma.
Por su parte, Berkeley, que ayer comenzó adolecer el golpe con una fuerte caída en la Bolsa, dijo sentirse «muy decepcionada» por la decisión. «La compañía defenderá firmemente su posición y considerará inmediatamente las opciones legales disponibles en relación con la decisión adversa del CSN», dijo en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.