Susana Díaz cierra etapa en el PSOE-A: «No me arrepiento de nada»
▶ El Comité Director convoca el congreso del partido por unanimidad los próximos 6 y 7 de noviembre
«No me arrepiento de nada de lo que he hecho». Es parte del balance que hizo ayer la aún secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, en el que fue su discurso de despedida ante el Comité Director de su partido El máximo órgano entre congresos se reunió en Sevilla para proponer iniciar hoy mismo el proceso de primarias a la secretaría general y la convocatoria del próximo congreso regional los días 6 y 7 de noviembre, ambos puntos aprobados por unanimidad.
Pero antes de la votación, Díaz pudo despedirse del partido, ahora que su futuro político está claro y, sobre todo, lejos de Andalucía. La expresidenta de la Junta irá al Senado a ocupar el puesto que hasta ahora es de Fernando López Gil, extremo que confirma fuentes de la dirección del PSOE.
Si embargo, no era día ayer de mirar al futuro sino al pasado para hacer balance y decir adiós. Aunque la secretaria general sí que hizo algún guiño a los días por venir —«cada día tiene su afán y nada es eterno», indicó—, centró su discurso en agradecer a militantes, familia, amigos y direcciones provinciales del PSOE andaluz su apoyo en estos ocho años de dirección del partido en la comunidad.
Díaz presumió durante su discurso del trabajo del grupo parlamentario y sus 26.000 iniciativas presentadas. Además, subrayó que en el último año y medio había reconciliado al PSOE con sectores muy críticos con el partido en su época como presidenta de la comunidad, como la Sanidad o la Educación, cuyos profesionales montaron grandes huelgas a su gestión.
Aunque no se arrepiente «de nada», Díaz sí que reconoció que había cometido errores que, sin embargo, no desglosó. Emocionada a ratos, la aún secretaria general recibió un aplauso de casi un minuto con el auditorio en pie cuando finalizó su intervención. También sintió el calor de los asistentes cuando llegó al atril y, sobre todo, cuando habló del trabajo discreto de los equipos de San Vicente —sede del partido regional— y del grupo parlamentario.
Díaz, que dejará previsiblemente su cargo de secretaria general el 23 de julio, cuando sea proclamado Juan Espadas —si no hay candidaturas alternativas, algo que fuentes presentes en el acto de ayer descartaban—, cierra su etapa al frente del PSOE reclamando unidad «que no es lo mismo que uniformidad» y pidiendo que el partido «no puede dejarse en el camino a la mitad».
Espadas recogió el guante de Díaz y, tras agradecerle su papel en la vida política del PSOE andaluz, aseguró que la transición de dirección se está haciendo «sin partir el partido». «Este no es el proyecto de Juan Espadas o de Susana Díaz sino de toda la militancia», subrayó el alcalde de Sevilla, que animó a cerrar la sucesión y centrarse en la oposición y recuperar la Junta. Pero, advirtió, «nadie vota a partidos fracturados o divididos».
«Este partido tiene mucho que agradecerle a Susana Díaz», indicó Espadas, palabras que encontraron un aplauso menos sonoro que los anteriores entre los asistentes.
Continuidad o cambio
Para Espadas, las primarias recién celebradas para proclamarle candidato a la Junta fueron un «espejo en que los militantes tuvieron que mirarse para ver si querían continuidad o cambio». Elegido el cambio, el líder socialista presumió de «absoluta independencia» y de haber podido tomar las riendas únicamente gracias al apoyo de la militancia.
El también alcalde de Sevilla señaló que ahora es el momento de que los militantes salgan a la calle a defender las propuestas del Gobierno de Pedro Sánchez, que es «el mayor patrimonio» que tienen ahora mismo los socialistas. Desde el municipalismo, indicó Espadas, es como se puede volver a gobernar Andalucía. «Podrá haber muchos cambios en los próximos meses —advirtió—, pero que nos pillen trabajando».
«Nadie vota a partidos fracturados o divididos», advirtió ayer Espadas, quien pidió cerrar ya la sucesión y hacer oposición