Compromiso con la verdad en Cuba
Camila Acosta (1993) estudió en la Facultad de Comunicación de La Habana entre 2011 y 2016. Comenzó su carrera como periodista en la televisión estatal, «y con el tiempo fue detestándola», explicó a ABC hace unos días el escritor y pareja de Acosta, Ángel Santiesteban. Decidió entonces colaborar con el medio independiente CubaNet. «Ella quería hacer lo que le habían enseñado, periodismo, y no lo que le decía el régimen», subraya el padre, Orlando Acosta.
Esta labor la llevaría a convertirse en una figura incómoda para el régimen, como todos aquellos periodistas que no se pliegan a la propaganda oficialista. Ha sufrido en primera persona el acoso de la Seguridad del Estado, siendo detenida en varias ocasiones, pero nunca, hasta ahora, había pasado una noche en el calabozo. Su vivienda ha sido vigilada de forma habitual por la Policía, medida de represión contra informadores, opositores y artistas.
Ha sido desalojada de la vivienda en casi una docena de ocasiones por caseros que eran amenazados con expropiarles la propiedad si no la echaban. El último desalojo tuvo lugar esta misma semana, justo un día después de que fuera detenida. El casero avisó al padre de que tenían que recoger todas las cosas porque si no se las «botaban abajo».
En febrero de este año comenzó a colaborar con ABC como corresponsal en La Habana, cubriendo temas como el Congreso del Partido Comunista Cubano, la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 y las relaciones de Cuba con la UE.