Pierce Brosnan, un agente con licencia para pintar
El que fuera uno de los James Bond más carismáticos inaugurará su primera exposición en Los Ángeles
El despertar pictórico de Pierce Brosnan llegó precedido por el dolor. La pintura, una vez más, como refugio y catalizador del sufrimiento. Se aferró a los pinceles en 1987 cuando a su primera mujer, Cassandra Harris, le detectaron un cáncer de ovario, que apagaría su vida cuatro años más tarde. El mismo cáncer que le arrebató a su hija Charlotte en 2013, a los 41 años. En esa época de zozobra, contemplando a su mujer luchar y sin saber cómo liberar la frustración y el enfado, el actor que encarnó a James Bond en cuatro películas comenzó a desarrollar una sensibilidad especial para el color con el que acabaría inundando sus cuadros. Lo que comenzó casi como terapia fue tomando fuerza hasta llegar a ceder algunas de sus obras como un retrato de Bob Dylan, que alcanzó la friolera de 1,4 millones de dólares, durante una subasta benéfica en la Gala de la AmFAR en Cannes.
En un paso más de su vocación artística, a sus 68 años, Pierce Brosnan ha anunciado a través de cuenta de Instagram –donde reúne a 1,6 millones de seguidores– que a finales de año inaugurará su primera exposición de pintura en Los Ángeles. «A veces me pregunto si mostrar el trabajo practicado lentamente desde una noche oscura en 1987 cuando comencé a pintar. Sin embargo, como dice mi querida esposa Keely –su segunda mujer– solo vas a pintar tantos en tu vida. Así que, a finales de año, tendré mi primera exposición de arte en Los Ángeles ... si no es ahora, ¿cuándo? Es hora de dejarlos ir», reflexionó. En el mismo post publicó 10 de sus creaciones; en una de las imágenes aparece posando junto a una de las pinturas mientras descansa su rostro en su mano como en el cuadro, en el que algunos generosamente han visto los trazos de Picasso. Otra de las pinturas retrata a un hombre con un collar fabricado con queso suizo en una isla tropical bajo la luna. También llama la atención otro trabajo con una persona de pie con la mano cerca de su corazón muy detallado, mostrando desde los ventrículos hasta las válvulas.
El actor ha revelado que su proyección pública como pintor vino de la mano de su mujer Keely tras emitir un documental en el festival de cine de Cannes. Cuando los organizadores descubrieron que Pierce era pintor, le pidieron que subastara una obra de arte para amFAR, una organización benéfica que apoya la investigación del SIDA. «Hice una pintura de
Bob Dylan, que es un gran héroe para mí. Se vendió por 1.4 millones de dólares y Keely y yo bailamos hasta la noche. Si pudiera ser así todo el tiempo, definitivamente dejaría el juego de la actuación», declaró a la revista ‘Parade’.
Su mujer, su guía
También elogió a Keely por «dirigir» su vida durante 25 años y salvarle de la depresión después de sus tragedias personales, describiéndola como una fuerza sin la que «no podría vivir’». La pareja tiene dos hijos: Dylan, de 23 años, y Paris, de 19. También es padre de su hijo Sean, de 36 años, fruto de su matrimonio con Cassandra y el padre adoptivo de Charlotte –ya fallecida– y Christopher Brosnan –quien cayó en el infierno de las drogas–, los dos hijos que Cassandra tuvo con su primer marido Dermot Harris, fallecido en 1986.
La vida de Pierce Brosnan, más allá de haber encarnado a un James Bond muy rentable, ha tenido muy poco de las aventuras del famoso agente secreto.