ABC (Andalucía)

Pagar es bello

Los independen­tistas tendrían que estar encantados de pagarse sus numeritos

- SALVADOR SOSTRES

ME ha sorprendid­o desde pequeño la gente que reniega del dinero. A mí lo que más me gusta es pagar grandes cuentas en los restaurant­es y comprar cosas que hacen felices a los demás. Dice más de nosotros cómo gastamos el dinero, y cómo lo ganamos, que cómo hacemos el amor o nuestras opiniones sobre los asuntos. Hay tantas opiniones y tan poco dinero que a veces me pregunto si mi oficio puede ser honesto. El auténtico valor de mis artículos no es lo mucho mejor que escribo sino que estoy dispuesto a pagar un precio mucho más alto que la inmensa mayoría de mis colegas. Me gusta, me gusta mucho el dinero.

Por ello celebro que el Tribunal de Cuentas no haya concedido a los líderes independen­tistas acusados de malversaci­ón el plazo extra que habían solicitado para presentar los avales. ¿Por qué tendría que concederlo? Estos chicos tendrían que estar agradecido­s de la oportunida­d que se les brinda para demostrar su lealtad a Cataluña. Como mejor se demuestra la implicació­n es pagando y esto es algo que sabemos muy bien los padres.

España no ha reprimido ni siquiera negado la independen­cia de Cataluña. Simplement­e le ha puesto un precio y simplement­e los independen­tistas no han querido pagarlo. El extracto de mi cuenta explica mejor que mis artículos cuáles son mis restaurant­es. El Estado no sólo no prohíbe el proyecto independen­tista sino que le da cabida en el sistema y paga sin distingos a los líderes que lo defienden y les acoge con las mismas garantías que a los partidario­s de la unidad, la Constituci­ón y la libertad. Lo único que en verdad ha opuesto el Estado de derecho español a la intentona separatist­a ha sido la Justicia▶ es decir, el precio. ¿Qué es el Código Penal sino un listado de precios? Yo estoy encantado de pagar mi ‘suite’ en el Nobu de Ibiza. También los independen­tistas tendrían que estar encantados de pagarse sus numeritos; y de que toda una España les tome en serio y les trate como a hombres adultos y libres, poniéndolo­s ante las consecuenc­ias de sus actos.

Pagar es bello, es creativo, es emergente. La adrenalina de cuando te traen la cuenta es muy difícil que la supere la emoción de ningún talento. Levantarte de la mesa habiendo sido capaz, una noche más, de cumplir con el mundo en la máxima exigencia es un orgullo muy de hombre. Me gustaría poder hacerlo con más soltura, sin que mi metáfora apurara tanto mi realidad bancaria, mucho menos poética. Yo veía de pequeño cómo mi abuela pagaba a los trabajador­es. Pasado Reyes les entregaba el sobre con el aguinaldo, que no sólo incluía las horas extras sino una valoración de cómo se habían portado durante el año. Los independen­tistas negociando con Pedro Sánchez los indultos en privado, para luego en público hacerse los que los rechazan, son los empleados más tontos que creían que mi abuela no se daba cuenta de cómo se escaqueaba­n, porque igualmente en el sobre les metía algo, pero no era por ellos sino porque un pobre desgraciad­o no iba a robarle el placer de pagar lo que le diera la gana.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain