Bruselas aprueba el mandato para negociar el futuro de Gibraltar
La Comisión deberá convencer a Londres para que su colonia entre en Schengen
La Comisión Europea aprobó ayer la propuesta de mandato negociador para intentar lograr un acuerdo entre la UE y el Reino Unido acerca de la situación de Gibraltar después del Brexit. El mandato ha de ser aprobado también por el Consejo, lo que sucederá casi de forma automática, lo que permitirá al Ejecutivo comunitario iniciar las negociaciones con Londres sobre el estatuto de su colonia respecto al conjunto de la Unión.
Como se recordará, Gibraltar quedó fuera de los acuerdos pactados entre Londres y Bruselas para regular sus relaciones tras el Brexit. España y el Reino Unido estuvieron de acuerdo en dejar a Gibraltar fuera del ámbito de aplicación de esos acuerdos. En el tratado de desconexión del Reino Unido también se había incluido un anexo en el que se dejaba claro que cualquier futuro acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido respecto de Gibraltar requeriría el consentimiento previo de España.
El mandato aprobado ayer es el que va a permitir que se inicie la negociación entre la Comisión Europea y el Reino Unido para buscar un encaje del territorio en el espacio Schengen. La negociación la debe llevar a cabo la Comisión y no España, porque se trata de asuntos como la libre circulación en los que la competencia es comunitaria.
Teóricamente, España y el Reino Unido acordaron el pasado 31 de diciembre una solución que podría permitir a Gibraltar formar parte de la zona de libre circulación a la que el Reino Unido no quiso ingresar ni cuando eran miembros de la UE. Ello supondría que los gibraltareños tendrían la posibilidad de ver desaparecer la Verja y viajar sin obstáculos a cualquier lugar de la UE, pero a cambio tendrían que aceptar que se instaure un control de pasaportes para los viajeros extracomunitarios que llegan a Gibraltar, empezando por los propios británicos que entrarían en la colonia como lo hacen en cualquier frontera europea. También deberían instaurar el IVA en su comercio así como tasas razonables a tabaco y alcohol para que no representasen una competencia desleal para las poblaciones del entorno.
Las dos condiciones han sido rechazadas históricamente por el Reino Unido cuando España las ha puesto sobre la mesa en el marco de distintas fórmulas de acuerdo y en estos momentos el ambiente en el Reino Unido ya está bastante sensible en este sentido con el tema de la aplicación del Protocolo Irlandés que implica la instauración de controles aduaneros entre dos partes del territorio británico. Habrá que ver cómo se acepta ahora el hecho de que sean policías españoles los que controlen la llegada de viajeros procedentes del Reino Unido al aeropuerto de Gibraltar.
El Gobierno ha afirmado en una nota que estará presente en todas las negociaciones para «salvaguardar sus posiciones jurídicas, intereses y objetivos y asegurarse de que se respetan los compromisos alcanzados entre España y Reino Unido. España desea que la negociación concluya lo antes posible para que se establezca rápidamente un nuevo marco».