Lilia Paredes La discreta maestra que será primera dama de Perú
Tiene 48 años y desde hace más de dos décadas es la esposa de Pedro Castillo, presidente electo del país andino, quien asumirá el cargo el 28 de julio. Ella es evangélica y él católico, pero ambos comparten su apego a la religión
Se conocieron cuando ambos estudiaban secundaria en el colegio Arturo Osores y el romance surgió, según Lilia Paredes, en el último año. Luego, estudiaron juntos la carrera para ser profesores en el Instituto Pedagógico de Cutervo en Cajamarca, una región al norte de Perú. Hoy, ella tiene 48 años y ha relatado que, además de ser buen estudiante, Castillo era un joven líder entre los alumnos de su aula y el instituto. El próximo 28 de julio, cuando se cumpla el bicentenario de la independencia de España, Paredes se convertirá en la primera dama de Perú.
Ella recuerda que, como parte de la obra social al final de la carrera, entre todos los alumnos de la promoción construyeron una casa para personas con discapacidad que aún funciona en Cutervo, ubicada a 3 horas de Tacabamba, localidad donde nació Lilia Paredes. «Cuando perdí a mi madre, me quedé sola con mis hermanos y mi padre, sufrimos mucho. A pesar de que logramos que mi madre recibiera la mejor atención sanitaria, murió a los 46 años. En ese entonces, José (como llama a Pedro Castillo) me ayudó a criar a mi última hermana, a quien queremos como nuestra propia hija», relató a la revista ‘Caretas’.
Es por ello que la pareja Castillo-Paredes presenta a Jennifer, de 24 años, como una hija más junto a Arnold (16 años) y Alondra (9 años), a quienes tuvieron juntos.
Antes de la segunda vuelta, ABC viajó hasta la casa de la pareja en Chugur, Cajamarca, ubicada en un lugar remoto del país, y pudo ser testigo de la discreción, energía y sencillez que despliega la futura primera dama.
Junto a su hermana prepararon un caldo verde –hecho de patatas y hierbas– y lo sirvieron junto a hogazas de pan a todos los periodistas que llegaron a entrevistar a Castillo a inicios de la segunda vuelta.
Lilia Paredes es evangélica, mientras que Castillo es católico y ambos comparten su amor por la religión, rezando en familia pero dejando claro que la fe no se cruza con la ciencia: la futura primera dama ha pedido que se mantenga el ritmo en la vacunación de todos los peruanos contra el Covid-19.
Sobre la confirmación de su esposo como presidente de Perú tras un mes y medio de retraso debido a impugnaciones de Keiko Fujimori, Lilia Paredes comentó que «le hizo mucha ilusión que le haya ganado a políticos muy importantes», pero que no hubo «ninguna celebración». «Vamos a doblar rodillas para agradecer a Dios porque finalmente se logró el propósito, el anhelo que tuvo mi esposo, y por eso doy gracias», concluyó Paredes al lado de sus hijos Alondra, Arnold y Jennifer.
La también profesora indicó que se mudará con toda la familia a Lima y vivirán en Palacio de Gobierno como corresponde al cargo que asumió su esposo. «No vamos a defraudar al Perú. Mi esposo es una persona humilde y con su sencillez lograremos todas las propuestas que él ha planteado», dijo mientras aclaraba que «no es importante» la vestimenta que usará para la toma de posesión que se realizará el próximo 28 de julio. «Lo más importante es la salud y la educación, la agricultura también. Confiando en Dios todo va a salir bien», refirió Lilia Paredes.
Plan de gobierno «Mi esposo es una persona humilde y con su sencillez lograremos todas las propuestas que él ha planteado», contó Paredes tras la proclamación de Castillo