EE.UU. sanciona al ministro de Defensa de Cuba y a los temibles Boinas Negras
Se ven también afectados los temidos Boinas Negras, implicados en sofocar las protestas pacíficas en la isla La Casa Blanca prepara otras medidas tras la decisión del régimen castrista de cortar el acceso a internet
La Casa Blanca respondió ayer a la represión de las manifestaciones por el régimen cubano con el anuncio de sanciones contra uno de los hombres fuertes de la isla, Álvaro López Miera, y a las fuerzas especiales encargadas de forma directa de sofocar las protestas.
La Casa Blanca ha sancionado al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, Álvaro López Miera, y a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior, los llamados Boinas Negras, a los que considera directamente implicados en la represión y las violaciones de los derechos humanos durante la respuesta del castrismo a las recientes protestas a favor de la democracia, según comunicó la presidencia este jueves.
Según dijo el presidente Biden al anunciar las sanciones, «defender la dignidad humana y la libertad es una prioridad máxima para mi administración, y trabajaremos en estrecha colaboración con nuestros socios en toda la región, incluida la Organización de los Estados Americanos, para presionar al régimen y que libere de inmediato a los presos políticos detenidos injustamente, restablezca el acceso a internet y permita que el pueblo cubano disfrute de sus derechos fundamentales»
Estas sanciones, además, se aplican dentro del marco de la llamada Ley Magnitsky, aprobada por el Capitolio en 2012 en respuesta a la represión en Rusia y que permite a EE.UU. sancionar a extranjeros que sean sospechosos de violar los derechos humanos, además de graves casos de corrupción. Estas nuevas sanciones –la respuesta formal de Biden a la ola de represión en la isla– afectarán inicialmente a un pequeño número de funcionarios del ministerio del Interior, además de los Boinas Negras. Estos últimos formalmente se llaman Brigada Nacional Especial del Ministerio del Interior de Cuba, y son una unidad de élite de las fuerzas especiales cubanas que la dictadura ha desplegado en días recientes para reprimir las protestas a favor de la libertad.
La Policía cubana ha detenido a más de 500 manifestantes y activistas que se encontraban entre los miles que salieron a las calles el 11 de julio para protestar por el deterioro de las condiciones de vida, la falta de libertades y la escasez de bienes y servicios básicos, incluidas las vacunas contra el Covid19. Entre ellos fue detenida la corresponsal de este diario, Camila Acosta.
La Casa Blanca puede prohibir visados y congelar los activos en territorio norteamericano de cualquier extranjero que se vea sometido a estas sanciones. En la práctica, les limita notablemente la capacidad de viaje internacional y el lavado de sus activos.
La Brigada Especial del Ministerio del Interior ya fue sancionada en enero por la administración Trump, que sancionó en bloque a todo el ministerio de Interior y al ministro responsable, Lázaro Alberto Álvarez Casas, bajo la misma Ley Magnitsky.
Según dijo el lunes un alto funcionario de EE.UU. a este diario, el equipo de Biden ha estado estudiando sanciones por medio del Tesoro. La Oficina de Control de Activos Extranjeros, encargada de penalizaciones económicas, trabajó, según esas fuentes, junto con el departamento de Estado en la designación de los funcionarios cubanos responsables de la violencia, represión y violaciones de derechos humanos contra manifestantes pacíficos en Cuba.
Otras medidas
Además, la Casa Blanca está trabajando en unas medidas que pasan por crear un grupo de trabajo que analizará si conviene hacer cambios en los permisos para enviar remesas a la isla; aumentará su personal en la embajada de La Habana para reforzar programas de ayuda a la sociedad civil, y se asegurará de que haya vías para mantener la conexión a internet en la isla si la corta la dictadura castrista.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero, el equipo de Biden estaba estudiando si finalmente daba un giro en la política hacia Cuba, algo que el propio presidente se comprometió a hacer en campaña electoral. La principal misión de Biden a corto plazo era volver a permitir las remesas de dinero de los familiares de cubanos afincados en EE.UU., después de que las prohibiera Donald Trump.
Ahora, fuentes de la Casa Blanca han dicho a ABC que las decisiones de Trump, sobre todo la de incluir a Cuba en la lista de promotores del terrorismo, han supuesto un obstáculo insalvable para poder abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Washington y La Habana.
En sus últimos días en la presidencia, Trump decidió, sorpresivamente, devolver a Cuba a la lista de países que promueven el terrorismo. La inclusión en la lista tiene efectos prácticos muy
graves▶ significa que la isla no puede acceder a ayudas económicas de EE.UU. y que este se opondrá a préstamos y lineas de crédito en instituciones financieras en que tiene voto como el FMI o el Banco Mundial.
Antes de esa decisión, Trump tomó otra que ha resultado ser un duro golpe al régimen. Por unas sanciones suyas a la financiera Fincimex, contraparte de Western Union, esta última se vio obligada a cerrar en la isla. Se cerró así la principal vía legal de envío de remesas a la isla, lo que según los críticos de Trump ha agravado la crisis económica en la isla.
El foco de la Casa Blanca ha tenido que cambiar ahora de forma inesperada, pues el régimen ha reprimido la protesta democrática no solo con arrestos masivos, sino también cortando el acceso a internet en la isla. Esto ha llevado al equipo de Biden a considerar opciones para ofrecer internet sorteando los vetos del régimen.