Dressel y Ledecky ponen en juego su reinado
► Tokio aguarda un programa de grandes duelos y más igualdad que en otros Juegos
El centro acuático de Tokio acoge una semana apasionante de natación. Atrás quedó la época de Michael Phelps y su dominio arrollador hasta tal punto que eclipsaba al resto de estrellas. El programa de estos Juegos presenta grandes duelos, hegemonías que quieren mantenerse o ser instauradas para durar, o veteranos que ven amenazados sus reinados por jóvenes de enorme talento. Caeleb Dressel es el nombre de la natación masculina y en Tokio buscará seis oros (tres en individual y tres en relevos), mientras su compatriota Katie Ledecky quiere seguir haciendo historia, pero llega a la capital nipona más cuestionada que nunca por el rendimiento de alguna de sus principales rivales.
A priori, Dressel tiene a su alcance el reto que se ha planteado y ser el más cercano a tener el honor de ser considerado el sucesor de Phelps. Por culpa de la pandemia, hay que irse al Mundial de 2019 para recordar los méritos del estadounidense, que sumó en Gwangju ocho medallas, seis de ellas de oro. Pero lo de Tokio no está tan claro. Empezando por los 100 metros libres, donde se antoja uno de los duelos de la piscina frente al vigente campeón olímpico Kyle Chalmers y el sorprendente rumano de 16 años David Popovici. El australiano llega en forma y una victoria suya no podría entenderse como una sorpresa, mientras que Popovici asombró en el Europeo júnior al marcar el mejor registro mundial de la temporada con 47.30. Tampoco será sencillo para Dressel doblegar la resistencia de Kristof Milak en los 100 metros mariposa, pese a que el húngaro rinde mejor en los 200 y será el gran candidato al oro. Sí es claro favorito para ganar los 50 metros libre, y después, el de Florida abordará su cosecha de metales en los relevos 4x100 libre y los 4x100 estilos, en la categoría masculina y mixta.
Pero hay más al margen de Dressel. El equipo del Comité Olímpico Ruso cuenta con una gran hornada de nadadores y el mejor ejemplo será la final de los 100 metros espalda, donde Kliment Kolesnikov se las tendrá que ver con Evgeny Rilov, o en 200 braza, con el campeón mundial Anton Chupkov, mientras que en 100 braza destaca la presencia del británico Adan Peaty. En fondo, Europa tiene las bazas de Gregorio Paltrinieri y Florian Wellbrock, que además de los 800 y los 1.500 metros libre, apostarán por competir en aguas abiertas.
La australiana Ariarne Titmus, gran rival de Ledecky tanto en 400 como en 200 libres, donde se une Pellegrini a la competencia
Y sin opciones de medallas estará todo un histórico como Laszlo Cseh, quien se despide de los Juegos a los 35 años, con su quinta participación y seis preseas en su palmarés.
En categoría femenina, Katie Ledecky aparece más cuestionada que nunca por sus rivales, pero ya se sabe de lo que es capaz la estadounidense en grandes competiciones. A sus 24 años, quiere revalidar las cinco medallas, cuatro de oro, que logró en Río, pero solo las dos de fondo –800 metros y el 1.500 que se estrena en el programa– parecen claramente a su alcance. ¿Por qué? Por la aparición de la australiana Ariarne Titmus, que llega a Tokio con los mejores registros tanto en 200 como en 400 metros libre. Incluso el oro en el relevo está bajo cuestión, porque también el equipo australiano tiene la mejor marca. A Titmus, además, hay que sumar en el 200 a Federica Pellegrini.
Sin duda serán unos duelos espectaculares, pero no los únicos de la piscina olímpica. En la velocidad, sobresale la también australiana Emma McKeon, aspirante al oro tanto en 50 como en 100 libre y dejando claro el gran equipo femenino con el que cuenta Australia, con Kaylee McKeown como clara aspirante al oro en 200 espalda tras la ausencia de Regan Smith.
Queda por ver el rendimiento de la gran Katinka Hosszu en 200 y 400 metros estilos. La plusmarquista mundial en ambas distancias ha estado lejos de sus marcas, pero de su nivel competitivo siempre se puede esperar lo mejor.