Un espectáculo para las nuevas generaciones
La incorporación del surf a los Juegos ha despertado un inusitado interés de las grandes figuras por colgarse una medalla olímpica. No habrá representantes españoles en Tokio
Llegará el día en el que la competición de surf se celebre en una piscina de olas artificiales, pero en Tokio, en el estreno del deporte en el programa olímpico, y en los siguientes de París en los que el surf se celebrará en la Polinesia Francesa, el agua salada y sus condiciones cambiantes dictarán sentencia. La playa de Tsurigasaki, a 100 kilómetros de la capital, recibirá a 40 surfistas, la mitad por género, entre el domingo 25 y el domingo 1 de agosto. España, con 28.000 federados y 155 clubes, no tendrá representación. Aritz Aranburu, el único español que ha alcanzado la primera división del surf mundial, se quedó a una manga de lograr el billete en el Mundial celebrado en El Salvador donde se repartieron los últimos billetes.
La incorporación del surf al programa olímpico ha resituado a este deporte con el impulso de programas de tecnificación y apoyo a los deportistas como nunca antes había ocurrido y de forma directa ha despertado un inusitado interés de las grandes figuras por colgarse una medalla.
Brasil, pionero en el impulso de escuelas de surf y de centros de tecnificación, se presenta en Tokio con sus primeros espadas. Será una sorpresa mayúscula que el oro no se lo cuelguen bien Gabriel Medina, el número uno actualmente, o Italo Ferreira, el vigente campeón del circuito. Llegan pletóricos, en un excelente estado de forma, y tienen un repertorio de maniobras infinito en olas como las de Tokio que rompen sobre fondo de arena. Ellos, especialmente el primero, han llevado el surf a otra dimensión con maniobras imposibles, con aéreos en los que el surfista se las ingenia para salir catapultado y caer de nuevo sobre la espuma. Ese es el surf más valorado por los jueces, quizás no tanto por los más puristas, por los hawaianos y australianos, pero no hay quien detenga esta corriente. En olas pequeñas como las que se esperan en Tsurigasaki, salvo que un tifón agite las aguas, algo posible en esta época del año, los surfistas capaces de imprimir velocidad y potencia a sus maniobras, cuantas más mejor, tendrán mucho ganado. Estados Unidos y Australia, con Kolohe Andino, John John Florence, Owen Wright y Julian Wilson, estarán bien colocados porque han tenido que dar su brazo a torcer, se han plegado al surf menos clásico, y presentan equipos para subir al podio sí o sí, sin olvidar a Japón, con Kanoa Igarashi.
En categoría femenina, la posibilidad de sorpresa es todavía más reducida. Las medallas están entre Carissa Moore y Caroline Marks (Estados Unidos); Stephanie Gilmore y Sally Fitzgibbons (Australia); Tatiana Weston-Webb y Silvana Lima (Brasil); Johanne Defay (Francia) y Brisa Hennessy (Costa Rica).
El formato de competición será prácticamente calcado al de cualquier cita del circuito mundial CT. Cuatro surfistas por manga de 30 minutos, un número máximo de 25 olas por competidor que nunca se agotará y una carta con la que los surfistas jugarán: la prioridad. Habrá momentos en los que los surfistas se marcarán unos a otros en el agua, se perseguirán tratando de ganar la prioridad, que no es otra cosa que tener la ventaja de poder surfear la siguiente ola en levantarse en el horizonte en caso de que más de un surfista quiera ir a por ella. La estrategia en este deporte decide más de una manga. La prioridad la pierde el surfista que coge una ola y la gana quien antes llegue al punto en el que rompe la ola. Contabilizarán las dos mejores olas de cada surfista, siempre entre 0 y 10 puntos, con una puntuación máxima de 20.
La competición podrá celebrarse en cuatro días dependiendo de las condiciones de mar. En la primera ronda no habrá eliminados. Los dos primeros pasarán a tercera ronda mientras que los dos últimos pasarán a la repesca. En segunda ronda habrá dos mangas de cinco surfistas en los que quedarán eliminados los dos últimos de cada manga, reduciendo de 20 a 16 los surfistas. Las eliminatorias ‘uno contra uno’ comenzarán en los octavos de final.