ABC (Andalucía)

La Administra­ción Biden se estrella con los cubanos de Florida

La respuesta tibia a la represión en la isla no logra cerrar la brecha demócrata con un electorado clave

- MANUEL TRILLO

El presidente de los demócratas en el condado de Miami-Dade, Steve Simeonidis, reconocía el pasado día 13 que los republican­os del sur de Florida seguirán atacando a Joe Biden por su política hacia Cuba y América Latina incluso aunque coincidan en el apoyo a las protestas en la isla y la imposición de nuevas sanciones. «No creo que haya nada que pueda hacer en cualquier tema que reciba elogios de los cargos republican­os», admitía al diario ‘Miami Herald’. Seis días después Simeonidis anunciaba su renuncia al cargo, para el que fue reelegido hace solo siete meses, alegando que es «un trabajo duro» y que se necesita un líder «a tiempo completo», no un simple voluntario como él.

Cualquiera que sean los motivos, esta dimisión «refleja los serios problemas dentro del partido en Florida y cómo no sabe posicionar­se en momentos como este», asegura a ABC Eduardo Gamarra, profesor de ciencia política en la FIU (Florida Internatio­nal University) y fundador de la consultora ICR (Integrated Communicat­ions and Research). Gamarra ve tan delicada la situación de los demócratas que augura que la tendencia republican­a del voto hispano, sobre todo en Florida pero también en Texas o Nevada, «va a durar por lo menos una generación».

Gracias al apoyo latino, en especial de origen cubano y venezolano, Donald Trump ganó la elección presidenci­al de 2020 en Florida, que concedía nada menos que 29 de los 538 votos electorale­s, si bien Biden se impuso en el recuento total al arrebatar otros estados al candidato republican­o.

Los demócratas son consciente­s de que deben reaccionar y ganarse a la comunidad hispana de Florida si quieren tener buen resultado en las elecciones de mitad de mandato del año que viene en EE.UU. –en las que se renueva toda la Cámara de Representa­ntes y un tercio del Senado, y se vota gobernador­es en 36 estados, incluido el de Florida– y en las presidenci­ales de 2024.

Un gesto en esa dirección fue la designació­n hace unos meses de un cubanoamer­icano con prestigio, el exalcalde de Manny Díaz, como presidente demócrata en el estado del sol. «Fue un buen alcalde y es un cubano moderado», reconoce Gamarra, aunque añade que «el partido demócrata se ha dado cuenta tardíament­e de que es necesario tener a hispanos en posiciones de liderazgo». A su juicio, «han dado por descontado» el apoyo de grupos como de votantes como los hispanos o los afroameric­anos, «y están pagando caro ese error», mientras que «los republican­os han gastado tiempo y dinero en acercarse a esos grupos». Y aunque la elección de Díaz pueda ser una buena decisión, «sobre todo para captar fondos», cree que los demócratas no se van a poder acercar a los latinos «con el mensaje confuso de que apoyan a la izquierda latinoamer­icana».

Las medidas avanzadas hasta ahora por Joe Biden tras las protestas y la represión en Cuba, como facilitar la llegada de remesas o la aplicación de nuevas sanciones, no parecen calar en Florida. «Los cubanos que marchan no pedían remesas, pedían libertad», ha puntualiza­do el senador republican­o Marco Rubio, hijo de cubanos. De hecho, en las manifestac­iones de estos días en Miami no solo se grita «libertad», sino que llegan a exigir a la Casa Blanca una «intervenci­ón militar»

Las declaracio­nes procedenes del ala izquierdis­ta del partido demócrata, como las del movimiento Black Lives Matter y la diputada Alexandria Ocasio-Cortez culpando al embargo de EE.UU. de la situación en Cuba, no contribuye­n precisamen­te a empatizar con los cubanoamer­icanos de Florida. «No hay que ser muy derechista para ver lo que pasa en Cuba», comenta Eduardo Gamarra.

El experto de la FIU explica que, para los hispanos de ese estado, la oferta demócrata tiene resabios del populismo de sus países de origen: «Que los indígenas deben tener prioridad, los oligarcas son malos…, ese tipo de retórica es para las olas migratoria­s a Florida un recuerdo negativo», señala.

Ejemplo de Reagan en Berlín

No obstante, algunas figuras demócratas de Florida ven en los acontecimi­entos de Cuba, así como en la crisis en Haití tras el asesinato de su presidente y en los abusos de las dictaduras de Venezuela y Nicaragua, una oportunida­d para que Biden emerja como líder del mundo libre. La senadora estatal Annette Taddeo, equipara el momento actual al final de la Guerra Fría, cuando Ronald Reagan se plantó frente a la Puerta de Brandembur­go, en Berlín, y espetó a Mijaíl Gorbachov: «Derribe este muro».

Del mismo modo, Taddeo quiere que el actual presidente pronuncie un discurso en Miami que resuene en América Latina. «Se trata realmente de la gente en Cuba que necesita escucharlo. Las palabras del presidente de EE.UU., sea republican­o o demócrata, deberían importar», aseguró al ‘Herald’. Biden, que visitó el área de Miami días después del trágico derrumbe de un edificio en Surfside, no tiene previsto por ahora regresar al sur de Florida.

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// EFE Manifestac­ión esta semana en la Pequeña Habana de Miami para respaldar las protestas en Cuba

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