La librería Balmes de Barcelona, premio Librero del Año en su 100 aniversario
► Con los años, esta famosa tienda de libros religiosos ha pasado del público eclesial al familiar
La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) ha galardonado con su premio Boixareu Ginesta al Librero del Año a la librería Balmes de Barcelona. Según el fallo del jurado, se quiere reconocer los 100 años de andadura de la conocida tienda católica, así como su perseverancia y capacidad de adaptación a nuevas épocas. El premio se entregará en la Feria Internacional del Libro de Madrid (Liber) este mes de octubre.
El premio Boixareu Ginesta distingue, desde 1995, la labor de aquellos libreros y librerías que impulsan y protegen el papel del comercio en el fomento de la cultura literaria, labor que Balmes ha desempeñado con esfuerzo desde principios del siglo pasado. Nacida originariamente como una tienda dedicada a la difusión exclusivamente de libros religiosos de la Biblioteca Fomento de Piedad Catalana, ha ido adaptándose a lo largo del tiempo hasta consolidarse como uno de los referentes literarios de la ciudad de Barcelona. Este local abrió sus puertas en 1920 en el edificio de la calle Durán y Bas 11, en el que se mantiene actualmente. Desde entonces y con el objetivo de perdurar en el tiempo, fue ampliando su catálogo ampliándolo más allá del libro religioso complementándolo con libros de literatura de diversas temáticas y géneros, incluidas obras dirigidas al público infantil y juvenil. Desde hace 20 años, la librería Balmes es propiedad de la Fundación Ramón Orlandis, dedicada a promover el estudio de la filosofía, la teología, la historia y las ciencias bajo los principios cristianos. En los últimos tiempos, la Balmes ha hecho un esfuerzo por renovar sus canales digitales, lo que le ha permitido aumentar el volumen de ventas y activar su expansión hacia el mercado hispanoamericano. En palabras de José María Alsina, presidente de la Fundación Ramón Orlandis, desde este lugar se busca «promover el pensamiento, la reflexión y la contemplación».
«Este premio es un estímulo para seguir en estos momentos difíciles para el libro, más aún para el libro de temática religiosa. Aunque tradicionalmente nuestro público era eclesiástico, eso ha cambiado, y hoy nuestros clientes son sobre todo familias, la mayoría católicas, que buscan cuidar la espiritualidad de los hijos, los jóvenes y también los padres», explicó a ABC Alsina tras conocer el fallo del jurado. «Nuestro reto ahora es ser una librería de referencia en el mundo hispano, llegamos a más gente gracias a internet, y eso lo tenemos que mantener para trasladar a la web la filosofía de cercanía y consejo del librero tradicional», expuso tras resaltar la reciente eclosión de nuevos temas de interés, como la bioética.