Varios muertos en protestas en el sur de Irán por la falta de agua
▶ Teherán critica a la ONU y culpa de los problemas a las restricciones por las sanciones de EE.UU.
Las autoridades de Irán calificaron de «injerencia» las declaraciones de la responsable de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que criticó la violencia de la represión de las protestas en el sur de Irán, que han dejado varios muertos. Las manifestaciones espontáneas que se suceden desde hace días en la provincia de Juzestán están provocadas por el desabastecimiento de agua. Varios vídeos subidos a las redes sociales muestran que las protestas populares se están reproduciendo también en el noroeste de Irán.
Bachelet había instado a las autoridades de Irán a centrarse en la solución del problema de escasez de agua en la provincia, en vez de reprimir las protestas provocadas por la situación.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Hatibzadé, lamentó las «acusaciones falsas e información errónea» contenidas en la declaración de Bachelet, según recoge la agencia de noticias Mehr. «Las denuncias planteadas, a pesar de los extensos y máximos esfuerzos de los funcionarios para aliviar el sufrimiento en esta provincia y resolver los problemas existentes, son una prueba sólida de la politización e invalidez de la declaración», lamentó. Asimismo, Hatibzadé acusó a Bachelet de formular una comentarios que más bien tienen «un carácter hostil» al distorsionar la realidad sobre la respuesta del Gobierno a las protestas, y sobre la crisis en sí.
Los manifestantes en las provincias del suroeste de Irán se encuentran inmersos en la peor sequía de los últimos 50 años en la región, particularmente
Amnistía Internacional eleva a ocho los fallecidos durante la represión de las manifestaciones en varias ciudades iraníes
en Juzestán. Las autoridades iraníes llevan días desmintiendo informaciones sobre represiones violentas en la zona y aseguran que la ayuda se enfrenta a dificultades por las sanciones impuestas por Estados Unidos.
En este sentido, el portavoz indicó que la crisis del agua es el resultado de una serie de fenómenos naturales, especialmente la sequía de este año, así como una de las consecuencias de las «medidas coercitivas unilaterales impuestas a Irán», que han obstaculizado la transferencia de tecnología y la inversión en el sector del agua en la provincia.
Balance de víctimas
Los iraníes se han echado a la calle desde hace más de una semana para protestar no solo por la falta de agua sino también por la carencia de otros bienes básicos, agudizada por la crisis del Covid-19. Vídeos subidos este fin de semana a las redes sociales muestran a grupos de iraníes coreando eslóganes contra el régimen de los ayatolás en la ciudad de Tabriz, en el noroeste de Irán. Reuters, que recoge la información, señala que no pudo verificar los contenidos de los vídeos.
El jueves, un manifestante joven resultó muerto y varios heridos en las protestas en la provincia de Lorestán, vecina a Juzestán, según fuentes de la propia Policía, que atribuyó los hechos a los «grupos contrarrevolucionarios».
Algunos vídeos en las redes sociales mostraban a manifestantes en la ciudad de Aligudarz cantando eslóganes contra el Líder Supremo, el ayatolá Jamenei. Por lo menos un policía y tres manifestantes resultaron muertos a tiros, según confirmaron a Reuters fuentes oficiales. Amnistía Internacional, por su parte, elevó a ocho el número de muertos durante esas protestas, reprimidas por la policía.
La Agencia de Noticias de los Activistas de los Derechos Humanos (Hrana) informó este fin de semana que había «identificado diez muertos y al menos 102 detenidos» durante esas mismas protestas.
Varios testigos informaron a la agencia Reuters que a lo largo del fin de semana las fuerzas de seguridad patrullaban Juzestán.