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El lendakari, Iñigo Urkullu, lo ha vuelto a conseguir▶ el Gobierno de Pedro Sánchez tendrá que pasar otra vez por caja para garantizar su presencia en la XIV Conferencia de Presidentes que se celebra mañana en Salamanca. El verano pasado ya sacó 2.000 millones antes de ir a la misma cita, que entonces se celebró en La Rioja; ahora ha obtenido la cesión de nuevos impuestos –transacciones financieras o impuestos digitales– que estaba pendiente y que el Ejecutivo vasco tendrá que negociar luego con las haciendas forales.
La cogobernanza, tan manoseada por el Gobierno central, tiene un alto precio. Sánchez ha vuelto a demostrar que para mantener esa imagen está dispuesto a pagar lo que sea necesario, mucho más después de que Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, haya anunciado su ausencia en la cita de los presidentes. Si Urkullu tampoco iba, el encuentro, vendido por La Moncloa como trascendente, quedaba descafeinado.
Una imagen
La idea de La Moncloa es hacer ver que las cosas están cambiando, y que con Sánchez en el poder tanto el País Vasco como Cataluña participan más de la cogobernanza. Pero sus socios Urkullu y Aragonès no están dispuestos a hacer concesión alguna sin obtener nada a cambio. El lendakari, siempre más pragmático, ha negociado hasta el último minuto, siempre con la máxima de que sin contrapartidas no habría foto. El presidente catalán, con mucho menos margen de maniobra por la presión de sus socios también independentistas, ni siquiera dejó una mínima puerta abierta a su asistencia para dar más visibilidad a una postura inamovible▶ sólo negocia «de Estado a Estado», en la mesa de diálogo prevista para septiembre. El lunes, de hecho, hay ya una comisión bilateral entre el Gobierno central y el autonómico.
En concreto, Urkullu ha conseguido la cesión de nuevos impuestos, como son la transferencia del IVA de las ventas a distancia, el impuesto de transacciones financieras, conocido también como tasa Tobin, y el de servicios digitales, denominado tasa Google. La firma de estas nuevas cesiones se hará hoy mismo y hasta que eso no se produzca el Gobierno vasco no quiere dar a conocer a cuánto asciende la factura.
Para hacer más explicable el asunto, Iñigo Urkullu aprovechó ayer una comparecencia ante la prensa en el Centro Vasco de Inteligencia Artificial en el Parque Tecnológico de Álava, para justificar su presencia en la Conferencia de Presidentes. Lo hizo por los temas importantes que se tratarán en el encuentro, que afectan también al País Vasco, como la situación de la pandemia, el proceso de vacunación, el reparto de los fondos europeos y el reto demográfico.
El año pasado, a cambio de acudir a la Conferencia de Presidentes, el lendakari ya arrancó 2.000 millones de euros al Ejecutivo
«Marco bilateral»
En opinión del lendakari, todos estos asuntos requieren de un diálogo entre todas las comunidades y el Gobierno central que, según explicó, «redundan en beneficio» de los vascos. Eso sí, añadió que «todo ello en un marco también bilateral con el Gobierno español, que es el que hoy se acaba de sustanciar, alcanzando un acuerdo para la celebración de la comisión mixta del Concierto». «Eso es lo que significa el respeto a un autogobierno reconocido, a un autogobierno que contempla también la vida diaria de los ciudadanos vascos», añadió Urkullu, para evitar que se pudiesen hacer lecturas equivocadas.
Pero el lendakari quiso dejar otro mensaje más. Afirmó que se ha vivido «una situación parecida a la del año pasado por estas mismas fechas ante una celebración de una Conferencia de Presidentes», cuando sacó 2.000 millones de euros más, y apeló al nuevo Gobierno para que «esa interpretación de la bilateralidad sea trabajada de otra forma diferente». Y recordó que aún quedan transferencias pendientes para completar el Estatuto de Guernica, otra de sus reivindicaciones habituales.
En el mismo sentido se pronunció el consejero vasco de Hacienda, Pedro Azpiazu▶ se felicitó por el acuerdo alcanzado, que según él supone «un esfuerzo importante, un paso adelante» en el fortalecimiento del autoGobierno vasco.