ABC (Andalucía)

España se afina antes de Doncic

Gana a Argentina con una exhibición defensiva que es un aviso para Eslovenia, su rival el domingo

- EMILIO V. ESCUDERO

La selección masculina mantiene su paso firme en este torneo olímpico de Tokio que le ha dibujado un camino de dificultad creciente en la primera fase. Cada partido esconde un rival más complicado para España que solventó sin problemas su estreno ante Japón, que ayer se exhibió ante Argentina y que mira ya de frente a Eslovenia, a la que se enfrentará el domingo con el primer puesto de grupo en juego. Triunfo vital, pues allana mucho el camino a las medallas, aplazando hasta semifinale­s un posible cruce ante Estados Unidos, Australia o Francia.

Por ahora, España es defensa y Ricky Rubio. Dos armas con las que hacer frente a cualquier rival sin temor. Está el base de dulce, a un nivel que nunca se le había visto con la selección. Ante Argentina sumó 26 puntos –su tope histórico con esta camiseta– con chispazos de talento desconocid­o, como esa capacidad para anotar de manera compulsiva cuando las cosas se ponen más empinadas. Así ocurrió en los primeros compases del partido, cuando la albicelest­e se atrevió a pasar por encima de España. Un inicio demoledor cimentado en el acierto de Laprovitto­la (27 puntos), al que contestó Rubio con ocho puntos casi consecutiv­os que le devolviero­n la iniciativa a su equipo (16-15, min. 6). «Estoy cómodo y tranquilo y eso se nota. No hemos salido cómo hemos querido, pero luego hemos recuperado nuestro juego», explicaba tras el choque el base, el más destacado en el triunfo coral de España.

Porque tras ese arranque de genialidad, Rubio tuvo que irse al banquillo después de recibir un golpe en el rostro y le tocó el turno a la segunda unidad. Esa que tantas críticas recibió ante Japón y que ayer empezó otra vez dormida (20-27, min. 11). Optó Scariolo por dejarlos en pista y los jugadores le devolviero­n esa confianza elevando su intensidad en la pista. Empezando por Garuba –increíble su tapón a Delía–, cuya energía contagió al resto, incluido un Pau Gasol al que el paso de los partidos le va sentando cada día mejor. Todos aportaron para enjugar la diferencia, aunque fue la entrada de Willy Hernángome­z, jugando por primera vez de cuatro, lo que permitió a España irse al descanso por delante (40-34).

Con Campazzo cargado de faltas y Deck desapareci­do, era Laprovitto­la el único salvavidas de Argentina. Insuficien­te para hacer frente a una selección que volvió pletórica de los vestuarios. Sobre todo en defensa, donde dio una exhibición que desarmó todos los planes del Oveja Hernández. «Son la mejor defensa del torneo sin ninguna duda», explicaba tras el choque el técnico argentino, rendido al compromiso mostrado por los españoles, que a punto de acabar el tercer cuarto apenas habían permitido a la albicelest­e sumar 47 puntos (61-47, min. 29). No fueron muchos más al final, engordado el marcador sudamerica­no por el orgullo incansable de Scola, que a sus 41 años nunca bajó los brazos.

Por entonces, Ricky era ya el dueño total de un partido en el que todos –menos López-Aróstegui, dañado en un tobillo– habían participad­o con acierto. Triunfo colectivo que trataba de poner en valor el héroe del encuentro. «En el baloncesto hay muchos detalles que no aparecen en la estadístic­a y sin los que no podríamos ganar. Se puede destacar estos 26 puntos que he metido hoy, pero en las faltas en ataque que hemos forzado, Claver ha estado increíble otra vez. Creo que la selección no es un jugador. Hay muchas cosas que influyen en que yo pueda meter una canasta. Cosas que igual no ve el espectador. Pero un simple abrazo, un grito de ánimo desde el banquillo, cuentan. Este equipo se crece en las adversidad­es y ha demostrado que sabe jugar partidos como el de hoy», apuntaba Rubio, que el domingo tendrá enfrente a la gran estrella del campeonato hasta el momento. Un Luka Doncic que mete miedo (36,5 puntos, 9 rebotes y 6 asistencia­s por partido) y al que España deberá hacer frente el domingo si quiere ser primera de grupo.

El selecciona­dor argentino calificó la de España como la mejor defensa de todo el torneo y a Ricky como una de las estrellas de los Juegos

El paso adelante de Willy

A él y toda la selección eslovena que se ha catapultad­o como la más ofensiva del torneo con una media de 117 puntos por encuentro. «Lo que más me impacta no son los números de Doncic, sino la sensación de que parecen imbatibles y Luka, imparable», explicaba Scariolo, satisfecho por cómo ha llegado su equipo hasta aquí. «Estoy agradecido a los jugadores más veteranos por el corazón con el que juegan y a otros como Willy que han dado un paso adelante. Necesitamo­s más pasos de otros jugadores que nos permitan ganar y avanzar», dijo sin dar nombres, aunque en el imaginario colectivo aparece un Abalde que no termina de carburar a pesar de haber sido titular los dos días.

Deberá mejorar el madridista si quiere mantener ese puesto de privilegio, pues los que salieron desde el banquillo demostraro­n que ganas no les faltan para auparse al cinco inicial. Como el propio Willy, sonriente al final del choque gracias a sus ocho puntos en doce minutos de juego. «Me encuentro cómodo en esa nueva posición de cuatro. Cuando más juego ahí más me acostumbro. Además, hacerlo junto a Pau o Marc es muy fácil. Son dos leyendas de la selección», señalaba el pívot, que llegó como último en la rotación y poco a poco se ha ido abriendo hueco a base de hacer bien las cosas en la cancha.

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// REUTERS Pau Gasol machaca el aro en el triunfo ante Argentina
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