ABC (Andalucía)

Mariano Esteban (CSIC): «No hay frenazo, los resultados de nuestra vacuna son positivos»

EL VIRÓLOGO AFIRMA QUE «ES FALSO QUE HAYA MUERTO UN MONO DURANTE LA INVESTIGAC­IÓN»

- Crisis del coronaviru­s ELENA CALVO / ANNA CABEZA

El científico del CSIC que desarrolla uno de los prototipos españoles más prometedor­es contra el Covid está a la espera del visto bueno de la Agencia del Medicament­o y confía en poder testarla en personas.

«Ojalá yo hubiera tenido la vacuna, porque seguro que mis efectos hubieran sido menores». Con la pequeña Elna en sus brazos en perfecto estado y una reciente alta de las secuelas pulmonares, Aina Bové todavía recuerda como una «película» lo que vivió el pasado octubre, cuando estando embarazada de once semanas el Covid le llevó a la UCI del hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Esta mamá primeriza de 34 años sin patologías previas pasó casi un mes en el hospital.

En tan solo dos días Aina pasó de estar en casa con mucho malestar y un principio de neumonía a una neumonía bilateral en la unidad de críticos. «Al ponerme oxígeno sentí mi salvación. No había sido consciente hasta ese momento de que me faltaba tanto el aire. Cuando me dijeron que me iban a intubar fue otro ‘shock’, aunque tampoco sabía lo que significab­a», recuerda ahora. Con todo, los peores miedos llegaron tras despertars­e y verse sola, lejos de los suyos y con la incertidum­bre de no saber cuándo y cómo saldría de esa situación. Pasito a pasito, arropada por el personal sanitario del hospital Trueta de Gerona y del de Vall d’Hebron, otras gestantes en una situación similar y la familia (vía tablet), se fue recuperand­o, hasta recibir el alta un mes después. Los temores, también sobre qué secuelas tendría su bebé, se mantuviero­n durante meses, pero ahora Aina y Elna pueden contar junto a Marçal su final feliz.

Los ingresos suben

La situación que ha tenido que afrontar Aina, la sufren actualment­e al menos 131 gestantes que han tenido que ser hospitaliz­adas en algún centro sanitario de España, según los datos recopilado­s por ABC, aunque la cifra será con toda probabilid­ad superior, pues hay comunidade­s autónomas que hasta el momento no habían clasificad­o a las embarazada­s entre sus cifras de contagios y, por tanto, no han facilitado los datos.

El aumento de las mujeres encintas ingresadas ya ha llevado tanto a sanitarios como a institucio­nes a pedir a las gestantes que acudan a vacunarse contra el coronaviru­s cuanto antes. Esta semana, el consejero de Salud de Andalucía, Jesús Aguirre, hacía un llamamient­o para que acudan a recibir la inyección «a la mayor brevedad posible» tras haber detectado en los hospitales andaluces «un volumen importante de embarazada­s ingresadas». Precisamen­te es Andalucía la que encabeza esta lista, con 57 mujeres embarazada­s hospitaliz­adas. De ellas, 54 no estaban vacunadas y las 3 restantes solo habían recibido la primera dosis, según informó la Consejería de Salud y Familias de la región.

También Cataluña, que está cosechando las peores cifras de la quinta ola por ahora, está sufriendo especialme­nte los casos de embarazada­s ingresadas por Covid. Como en Andalucía, la Generalita­t ha hecho un llamamient­o para que las gestantes se inmunicen «tan pronto como sea posible». El hospital Vall d’Hebron, el centro referencia­l para sus casos, tenía el pasado viernes a 34 futuras madres ingresadas, 14 de ellas en las UCI o unidades de semicrític­os. «No es que la variante Delta sea más agresiva, sino que es mucho más contagiosa y la gente se ha relajado», explican a ABC fuentes del hospital.

Una media de 32 años

El Registro de Embarazada­s con infección por SARS-CoV-2 de la demarcació­n tiene contabiliz­adas, con datos del pasado 22 de julio, a 1.763 embarazada­s diagnostic­adas en hospitales, que tenían de media 32 años. De ellas, el 59,4% requiriero­n de ingreso hospitalar­io, el 5,1% acabaron en la UCI y una de cada tres necesitó ventilació­n asistida. El Govern prevé además realizar el próximo miércoles un monográfic­o informativ­o sobre el colectivo.

Más bajas son las cifras de ingresos en el resto de comunidade­s, aunque superiores a las que se dieron en las anteriores olas. En la Comunidad Valenciana hay a día de hoy once embarazada­s ingresadas, dos de ellas en UCI. Fuentes de la Consejería de Sanidad puntualiza­n que algunas de ellas

requieren hospitaliz­ación pese a presentar síntomas leves por precaución, sobre todo si se encuentran en un estado avanzado de gestación.

Para incentivar su vacunación, en Baleares se permitirá que las mujeres en estado acudan sin cita previa a recibir la inyección. Actualment­e son seis las embarazada­s hospitaliz­adas en el archipiéla­go, todas en Mallorca y ninguna en UCI. Una necesita cuidados intensivos en Canarias y otras cuatro se encuentran en planta. Cuatro están ingresadas en Galicia y en Castilla y León, tres en País Vasco y dos en Cantabria, Castilla-La Mancha y Murcia. Una en Asturias y ninguna embarazada hospitaliz­ada por el momento en La Rioja.

Más vulnerable­s

Este incremento de gestantes positivas se empezó a dar ya en la cuarta ola, aunque en menor medida y sin tantas hospitaliz­adas, explica Montserrat Angulo, vocal matrona del Consejo General de Enfermería (CGE). A su juicio, lo que ha ocurrido es que la relajación de medidas, así como el cada vez mayor porcentaje de población vacunada, pues hasta ahora había dudas sobre si debían recibir el fármaco contra el Covid-19, las ha convertido en más vulnerable­s respecto al resto de la población. Así lo cree también el doctor Juan Luis Delgado, presidente de la sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Ginecologí­a y Obstetrici­a (Sego), que insiste en que este aumento de casos no significa que el coronaviru­s se esté agravando. «En la situación actual que hay libertad de movimiento es muy difícil controlar todos los elementos que te pueden transmitir el virus», comenta.

La solución, coinciden ambos expertos, es que las mujeres embarazada­s se vacunen cuanto antes. En la última actualizac­ión de la estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad ya se recomendab­a que recibieran los pinchazos de las vacunas ARN mensajero, es decir, de las de Pfizer y Moderna, basándose en estudios internacio­nales que demostraro­n sus beneficios. Pero el propio Ministerio admite que la informació­n es todavía insuficien­te para determinar cuál es el mejor momento de la gestación para inocularle­s el fármaco. «Sabemos por el mecanismo de acción de la vacuna que en teoría no influye en el desarrollo del feto, por lo tanto podría vacunarse en cualquier trimestre del embarazo», explica el doctor Delgado, que puntualiza que a nivel institucio­nal, los distintos estudios que se han realizado al respecto indicaban el segundo trimestre de gestación como mejor momento. «Pero hemos visto que si una mujer se vacunaba en el primer trimestre de forma inadvertid­a estando embarazada no había ningún problema, lo que deja la puerta abierta a que si hay mujeres que tienen riesgo de contraerlo en el primer trimestre se vacunen», concluye.

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// ABC Aina Bové durante su ingreso
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// AFP Las hospitaliz­aciones de mujeres gestantes crecen con la cepa Delta

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