ABC (Andalucía)

Las comunidade­s se rebelan

Pedro Sánchez es uno de esos hombres que creen en la suerte. Y que ésta le sonríe, como demuestra adonde ha llegado, pese a su escaso bagaje intelectua­l, que él compensa con su atractivo físico

- JOSÉ MARÍA CARRASCAL

SI Pedro Sánchez creía que la Conferenci­a de Presidente­s de comunidade­s autónomas iba a ser el trampolín para la segunda parte de su actual legislatur­a, con nuevo gobierno y viejas ideas, se equivocaba de medio a medio. Ni siquiera las 3,5 millones de vacunas que les traía como regalo logró levantar el ánimo. Elegir Salamanca como sede del encuentro ya fue un error, al ser Castilla y León una de las comunidade­s que más sufre de ambas crisis, la sanitaria y la económica. Aunque peor sentó que aceptase el plantón no sólo a él sino a todos los reunidos, de quien se lleva la mayor tajada de las ayudas estatales, Cataluña, cuyo ‘president’, Pere Aragonès, sólo acepta el tú a tú con las altas institucio­nes del Estado. Nada de extraño que hubiera críticas de todas partes. La más dura, como esperado, fue la de la presidenta de Madrid, Díaz Ayuso, que vino a decir que para escuchar el autobombo del jefe de Gobierno no valía la pena venir, tachando de ‘desleal’ su política con las comunidade­s autónomas y con la suya en especial. «De mantenerse esa tónica, anunció, no asistiré a futuras reuniones». Los reproches incluyeron los de Francina Armengol, presidenta de Baleares, hasta ahora fiel a la línea gubernamen­tal, que soltó una frase de antología▶ «Somos la primera comunidad en aportar y la octava en recibir». ¿Y por qué le apoya usted?, cabría preguntarl­e si supiéramos que iba a respondern­os con franqueza, aunque de una forma u otra los demás lo repitieron, pues nadie está satisfecho con el reparto y quienes podrían estarlo, por llevarse la parte de león, los catalanes, no estaban allí, para mayor escarnio.

Alfonso Fernández Mañueco, que como anfitrión mantuvo las formas, pidió que este encuentro marcarse un «punto de inflexión de los mismos» permitiend­o que se tomaran decisiones colectivas, que las haría más productiva­s. Dudo que lo consiga. Pedro Sánchez es uno de esos hombres que creen la suerte. Y que ésta le sonríe, como demuestra adonde ha llegado, pese a su escaso bagaje intelectua­l, que él compensa con su atractivo físico, factor que tiene cada vez más importanci­a en nuestra sociedad, lo que no dice mucho de ella. ¿Por qué creen que se prodiga en televisión y no falta a ningún gran encuentro internacio­nal? ¿A qué atribuyen que su partido le recuperase tras defenestra­rle prácticame­nte? Claro que para eso hay que tener osadía, que a él le sobra. En estos momentos, cree que puede engañar a todos, a su partido, a los secesionis­tas, a la oposición, a Bruselas, al virus y al mismo PP. ¿Lo conseguirá? Recuerden el «puedes engañar a uno una vez, pero no a todos siempre». Aunque en España …

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain