ABC (Andalucía)

Cara en mariposa y cruz en relevos para Dressel, y Ledeky defiende el trono en 800

- IGOR BARCIA

El pluriemple­o de ayer llevó a Caeleb Dressel a vivir dos momentos opuestos en apenas una hora. Comenzó arrollador, récord mundial en los 100 mariposa y tercer oro en Tokio, y final del 50 libre. Pero se arruinó después su sueño de los seis títulos▶ el relevo mixto no rindió como se esperaba y quedó incluso fuera del podio.

Tras el primer oro individual, salió pletórico a la mariposa, como si se hubiera quitado un peso de encima. Su primer largo en los 100 fue brillante, aventajand­o en 65 centésimas a Kristof Milak. Le vino bien la renta, porque el húngaro respondió en la vuelta, apretando al máximo y obligando a Dressel a un esfuerzo que se convirtió en récord del mundo (49.45), 5 centésimas menos que su anterior registro. Milak quedó a solo 23 centésimas.

Tal era la escasez de tiempo entre prueba y prueba –ha tenido que pasar por el podio– que ni se fue al vestuario, recuperó en la piscina de saltos a la espera del relevo mixto. Una prueba para disfrutar, que ha permitido ver en el mismo relevo a Rylov frente a McKeown o al propio Dressel con la italiana Pellegrini. Gran Bretaña volvió a demostrar su dominio de los relevos, mientras en el equipo americano una relevista perdió las gafas y Dressel, último en salir, solo pudo ser quinto.

La buena jornada de Estados Unidos la completó Katie Ledecky, revancha sobre Ariarne Titmus, que le había amargado en las finales de 200 y 400 libre. Pero Ledecky, como buena fondista, no se hunde, resiste y sale a flote. Con la distancia a favor, salió a mandar, y acabó con la resistenci­a de la australian­a, que pagó el metraje. Sin ser la gran dominadora de años atrás, Ledecky ya lleva dos oros y dos platas en Tokio. «Nunca soñé tener esto, y seguiré mientras me divierta. Los Juegos en 2028 son en Los Ángeles y eso es muy atractivo», admitió.

En la cuarta final del programa, tocaba el triunfo de Australia, que no se rinde en su lucha con Estados Unidos por liderar el medallero del Centro Acuático. Kaylee McKeown certificó su doblete 100-200 espalda al ganar la segunda de las distancias, de nuevo por delante de la canadiense Kylie Masse. McKeown, de 20 años, se emocionó días atrás al admitir que seguía sintiendo la presencia de su padre, recienteme­nte fallecido, junto a ella, e impulsándo­la como siempre había hecho mientras ella nadaba.

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