Tokio corona al nuevo rey de la velocidad
Italia, con hasta ahora 27 medallas, tiene muchas recetas que enseñar a España de cara al futuro
Tras el reinado de los estadounidenses y de los jamaicanos, ayer comenzó por sorpresa la era de Jacobs, un italiano nacido en EE.UU. que ni siquiera habla inglés fluido, pero que vuela como los grandes de la disciplina. Una marca de 9,80 segundos, récord de Europa, y una demoledora fuerza en el tramo final de la carrera le bastaron para ser coronado en Tokio como sucesor de Usain Bolt en los 100 metros lisos, la prueba más esperada de todas las competiciones de atletismo y la que canta con mayor sonoridad hasta dónde se pueden llevar los límites humanos con sacrificio y talento. Puede que ver a este joven transalpino saltar por encima de otros favoritos supusiera una inesperada noticia, pero no parece que sea una casualidad o un golpe de suerte, sino el resultado del trabajo bien hecho a nivel federativo. El país vecino lleva ya un espectacular balance de 27 medallas valiéndose de ayudas económicas más cuantiosas y un programa que ofrece mayor estabilidad al deportista que en España. La delegación española ha maquillado bastante este fin de semana un botín de medallas tirando a escaso, pero sigue quedándose lejos de las expectativas y del salto al siguiente escalón que se reclama desde Londres 2012. El exitoso modelo de Barcelona 92 que tantas alegrías ha dado al deporte patrio parece haber llegado a su final y exige una renovación donde no hace falta mirar a exóticos países lejanos o disparar el presupuesto al nivel de China o EE.UU. Un estado tan próximo y tan parecido a España como Italia tiene muchas lecciones que enseñar.