Alonso-Hamilton, lucha estelar
∑Los dos mejores pilotos reeditan sus antiguos duelos. Sainz se cuela en el podio gracias a la descalificación de Vettel
La Fórmula 1 regala de vez en cuando episodios imprevistos que ensalzan a este deporte. Se juntaron varios ingredientes en Hungaroring. La lluvia, el circuito menos propicio para adelantar y el gafe de Valtteri Bottas. Todo se unió en una salida que fue una jugada de bolos, media parrilla rodando por la arena después de que el finlandés, tan limitado con agua, chocase con Norris. Un inicio que deparó un final aún más electrizante▶ una lucha feroz, gigantesca entre Alonso y Hamilton en honor de los viejos tiempos. Dos colosos cara a cara y quince vueltas para las hemerotecas con el español defendiendo su posición ante otro tiburón. «Hamilton cometió varios errores», analizó Alonso sin darse importancia, de igual a igual. Hungría dejó un cuarto puesto de Sainz que acarició el podio y la primera victoria de Alpine y Esteban Ocon.
Un golpe describió una tarde diferente en la F1. Se quedaron fuera Sergio Pérez, Norris, Bottas y Leclerc. Verstappen, con el Red Bull dañado... Una bandera roja, media parrilla KO y una carrera inusual, con Hamilton y Esteban Ocon (Alpine) en cabeza. Sainz esquivó la montonera, adelantó diez puestos y terminó en el podio gracias a la descalificación de Vettel por llegar con menos combustible del permitido.
Sucedió que dejó de llover, se secó la pista con la carrera parada y todos los bólidos entraron al garaje a cambiar a neumáticos de seco. Todos, salvo Hamilton, quien protagonizó una imagen insólita. En la segunda salida, estaba solo en la parrilla, sin compañía, todos los bólidos en los boxes.
Hungría dibujó otra realidad más allá de la semanal discusión entre Verstappen y Hamilton. Ocon, un Alpine al mando, con Vettel segundo a bordo del Aston Martin, Sainz y Alonso luchando por el podio, y Hamilton remontando desde el pozo del grupo.
Por detrás se revivió la emoción que convirtió a la F1 en un espectáculo de masas. El asunto deparó un duelo antológico entre Alonso y Hamilton en las últimas quince vueltas. Fantástico espectáculo, ambicioso Hamilton con su Mercedes imparable que ha ganado seis mundiales y colosal Alonso defendiendo su posición, duro como el pedernal con su Alpine más lento.
Hamilton lo intentó de todas las maneras, al final de recta, con DRS, en la parte lenta, subiéndose por las paredes, ya cuestión de orgullo adelantar a Alonso. El español le cerró todas las persianas, se hizo muy ancho y muy fuerte, y propició uno de esos momentos inolvidables, quince vueltas de asedio hasta que Hamilton encontró la manera de hincar el diente.
Alonso y Sainz estaban luchando por el podio con ruedas grises, aterrizó Hamilton con neumáticos frescos y no llegó a la victoria porque Alonso le detuvo en seco. A Sainz, sin embargo, le redujo el británico en solo dos giros. En nada ya estaba en el podio, después de recordar que probablemente el único enemigo a su altura en la F1 es Alonso. El triunfo fue para Esteban Ocon, sensacional el francés con el Alpine manteniendo a raya a Vettel. Justo premio para la marca gala y su joven piloto franquicia, quien, en honor a la verdad, elogió a Alonso. «Me habían dicho muchas cosas de Fernando, pero es un tipo fantástico».