HABLAR EN FALSO
Política, mentir en la vida pública
«Vivimos en una democracia representativa, y la mentira también se puede entender como una definición variable de la realidad según la postura ideológica. Cada partido ofrece su perspectiva y su propia justificación de sus actuaciones», sostiene Francisco Collado.
Señales físicas▶ el efecto Pinocho
Aunque apenas perceptibles, hay pequeñas señales de que alguien oculta algo: «Por ejemplo, existe el efecto Pinocho: cuando mentimos, aumentan el riego sanguíneo y la temperatura de la nariz», indica Pablo Malo.
Por los siglos de los siglos
«La gente nunca dejará de mentir. Algunas personas mienten menos que otras, y es posible que las tasas totales de mentira cambien con el tiempo. Pero los engaños no acabarán nunca», dice Bella DePaulo.
‘Fact checking’, los 30.000 bulos de Trump
En una iniciativa inédita, ‘The Washington Post’ decidió contar las mentiras que había dicho el expresidente de Estados Unidos Donald Trump. El periódico calculó que había proferido alrededor de 30.000. La palabra ‘fact checking’ (comprobación de hechos) también está de moda en los debates sobre periodismo.
Atención, justificación, hacer feliz al otro
«Cuando se miente, se persiguen varios objetivos: por un lado, uno agradable, como conseguir la atención de una persona; por otro, justificar una conducta, como si llegas tarde y dices que es porque has perdido el tren y no porque te has quedado dormido. También se puede mentir para hacer feliz al otro», explica Iván Chamizo.
Por encima de la libertad
El politólogo canadiense André Blais concluyó en 1999 que la mayoría de la gente creía que la honestidad era el valor político más importante, por encima de la libertad, la igualdad o la compasión.