De Grasse por fin tiene un título en la velocidad
Se le llama el momento del atleta. El ganador de la prueba realiza una videollamada con su familia para celebrar la victoria. Y tras la final de 200 metros era el momento de Andre de Grasse. Allí estaba el canadiense, hablando con la vallista Nia Ali, su pareja, y sus hijos. Por fin era el protagonista. Le ha costado a De Grasse ganar un título. Parecía que su calidad siempre se encontraba con otro atleta que le eclipsara y le apartara del título. Le tocó vivir a la sombra de Usain Bolt y cuando el jamaicano se retiró y parecía tener un hueco, no lo ha podido aprovechar hasta que ayer, por fin, ganó la final de los 200 metros con 19.62. A los 27 años, De Grasse ha sido tercero en el Mundial de Pekín 2015, tercero y segundo en Río 2016, tercero y segundo en el Mundial de Doha 2019, tercero en los 100 metros de Tokio y primero en los 200 metros. Le ha costado y por eso el velocista lo saboreó a conciencia al cruzar la meta, disfrutando de cada paso y de ese momento del atleta donde hablaba con su familia y se agarraba la cabeza como si no terminara de creerse que la gloria era para él.
De Grasse no tenía la frescura de la pareja estadounidense formada por Bernadek y Lyles. Sin embargo, se dio cuenta de que era su noche cuando salió de la recta y se encontró a la par de dos rivales que no iban a más. Ahí se vio ganador, salió claramente vencedor del duelo con Bernadek y pudo celebrar por fin esa victoria que tanto se le ha resistido.