Defensa no cambiará su estrategia en Ceuta y Melilla a pesar del rearme de Marruecos
∑El Gobierno de Rabat negocia con Turquía la compra de 22 helicópteros y 12 drones para vigilar las fronteras ∑Robles mantiene que España está tranquila y se siente segura bajo el paraguas de la OTAN y la UE
El ambicioso rearme armamentístico que desde 2017 está realizando Marruecos parece no alterar la política de defensa española sobre Ceuta y Melilla con su vecino del sur. O por lo menos así lo manifestó ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles en una entrevista para la agencia Europa Press. Tras conocerse el rearme de Rabat, en la última fase de las negociaciones para la adquisición de material militar a Turquía para el control de los flujos migratorios en Ceuta y Melilla, el ministerio que dirige Robles descartó por completo modificar su estrategia en relación con las ciudades autónomas aduciendo que España se encuentra bajo el paraguas de la Unión Europea y la OTAN. Un mensaje de tranquilidad por parte del Ministerio de Defensa que no ve una amenaza para la seguridad nacional este incremento en el arsenal marroquí.
El gasto de defensa marroquí en los últimos años ha sufrido un incremento considerable. Si en 2009 el reino vecino gastó 3.005 millones de dólares, para 2020 su inversión llegó a los 4.700 millones, y ahora se espera una cifra por encima de los 20.000 millones de dólares, lo que muestra una tendencia al alza del rearme marroquí. Recientemente se ha conocido, a través de los medios gubernamentales marroquíes, la negociación con el gobierno de Recep Tayyip Erdogan para la compra de 22 helicópteros de ataque por valor de 1.300 millones de euros, así como 12 drones turcos para vigilar las fronteras de Ceuta y Melilla.
Ya con anterioridad, un informe del Instituto de Seguridad y Cultura, titulado ‘Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la amenaza militar sobre España’, ponía el foco en el ambicioso programa armamentístico que estaba llevando Marruecos, con compras a Estados Unidos, Francia y a Arabia Saudí, entre otros.
Por ejemplo, entre sus adquisiciones destacaban la compra de cuatro aviones Gulfstream G550 a Estados Unidos, según ‘Defense Security Cooperation Agency’; cuatro drones MQ9B Sea Guardian; una veintena de modernos F-16 Block 70/72, dos centenares de carros de combate M1-A1 Abrams (162 de ellos con las últimas mejoras), 24 helicópteros de combate AH-64E Apache, varias baterías de sistemas antiaéreos de alcance chinos FD-2000 y una amplia panoplia de bombas y misiles para los F-16. A esto también se le añaden varios sistemas de radar, otros tantos modelos de drones y dos aviones de patrulla marítima.
Rivalidad con Argelia
Toda esta adquisición de material militar supera los 20.000 millones de dólares, una cifra muy superior a la gastada en los últimos años. Este programa armamentístico se enmarca dentro del plan quinquenal que Marruecos anunció en 2017 con el objetivo de convertirse en toda una potencia militar en la región y competir con su vecina y rival Argelia.
Con todo esto, la titular de Defensa considera esta cuestión como un asunto de «política interna» de Marruecos, y que le merece el «máximo respeto», pero puntualizó que no le cabe duda de la españolidad de Ceuta y Melilla, de las que aseguró que son tan españolas como cualquier otra ciudad de España. «Yo me siento muy ceutí y melillense», espetó Robles durante la entrevista. Pero a pesar de considerar un asunto doméstico este rearme, sí que quiso dejar claro que la política de Defensa española está dentro del ámbito de la Unión Europea y la Alianza Atlántica y por esa razón «España no es un país que esté solo en políticas de defensa, es un país que contribuye a las políticas de defensa y en el marco de la UE y la OTAN», dijo Robles, a diferencia de Marruecos «que no pertenece ni a la UE ni a la OTAN».
Sin embargo, cabe recordar que aunque España forma parte de la OTAN, Ceuta y Melilla no están bajo el paraguas de la Alianza Atlántica, ya que según especifica el artículo 6 del Tratado de Washington, el texto fundacional de la organización, la defensa colectiva solo se podrá aplicar cuando los ataques a miembros de la organización solo tengan lugar en Europa, Norteamérica o territorios insulares del Atlántico al norte del Trópico de Cáncer. Por lo que siguiendo estos criterios, el tratado no ampara a las dos ciudades autónomas españolas.
Estas declaraciones de Robles se producen después de un apaciguamiento de las relaciones entre Rabat y Madrid tras la salida del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, de Arancha González Laya y la llegada de José Manuel Albares como máximo representante de la diplomacia española. Así lo describió recientemente la delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, quien aseguró que las relaciones entre ambos países «son muy buenas» tras la «crisis cuyas causas son conocidas y no hace falta repetir, pero ha habido un cambio en el ministerio y se han retomado las relaciones, que estuvieron un poco paradas, pero ahora son muy buenas y en los próximos días lo vais a ver». Hace apenas tres meses que miles de inmigrantes cruzaron el paso del Tarajal, con la connivencia de los agentes marroquíes, produciendo una de las mayores crisis migratorias de los últimos años. Según datos de la ONU llegaron a la ciudad autónoma unas 9.187 personas y las autoridades de la ciudad calculan que aún permanecen entre 5.000 y 6.000 inmigrantes ilegales y cerca de un millar de menores.
Esta llegada masiva de marroquíes fue la respuesta de Rabat a la acogida en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Gali.