El líder del Polisario se fue de España sin pasar los controles de frontera
El juez del caso Gali llama como imputado al jefe de gabinete de la exministra Laya
El líder del Frente Polisario, Brahim Gali, entró en España de forma furtiva con el aval de las autoridades y se marchó de forma similar, sin someterse a los controles ordinarios de embarque, que en este caso eran también de frontera por tratarse de un vuelo internacional. Así se indica en un informe que la Guardia Civil ha remitido al juez zaragozano Rafael Lasala, que investiga precisamente esa entrada furtiva de Gali en España. Llegó el 18 de abril, aterrizó en la Base Aérea de Zaragoza en un avión del Gobierno argelino, no fue identificado en el control de llegadas y, desde allí, fue trasladado en ambulancia al Hospital San Pedro de Logroño, donde fue tratado durante semanas. Lo que iba a ser una estancia de tapadillo acabó trascendiendo, y se desató la polémica y una crisis con Marruecos. Semanas después, el 2 de junio, Gali emprendió el camino de vuelta desde el aeropuerto de Pamplona.
El juez Lasala considera que en ese episodio pudieron incurrir delitos. De ahí la investigación en curso, en la que ejerce la acusación particular el abogado malagueño Antonio Urdiales.
Las diligencias practicadas por el juez desde el 30 de mayo ya han destapado la cadena de instrucciones que partió desde la cúpula del Ministerio de Asuntos Exteriores, y que cursó el Estado Mayor del Aire, para que Gali no fuera identificado al llegar a Zaragoza y, así, mantener oculta su entrada en España.
Ahora, el juez acaba de saber que a Gali también se le procuró por parte de las autoridades una salida de España sin control ordinario de fronteras. Así consta en un informe que el magistrado ha recabado de la Guardia Civil de Navarra y que lleva la firma de su coronel jefe, José Santiago Martín Gómez. En él se indica que Gali embarcó en el aeropuerto de Pamplona acompañado por otras tres personas cuyas identidades no se detallan. Los cuatro recibieron un trato especial▶ pasaron por la zona de autoridades del aeropuerto, ajena al control ordinario de pasajeros que realiza la Guardia Civil, por lo que ésta no pudo registrar la documentación oficial que portaba el líder del Polisario cuando dejó España ni identificar a esos pasajeros.
Según este informe oficial, Gali y las otras tres personas que viajaron con él «estuvieron acompañadas en todo momento por funcionarios de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras del Cuerpo Nacional de Policía de Navarra, y accedieron directamente a la zona restringida del aeropuerto por la Sala de Autoridades, sin pasar por el filtro ordinario de seguridad».
El juez llama a altos cargos
Por otra parte, el juez Lasala ha citado a declarar como imputado al que era jefe de gabinete de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, el diplomático de carrera Camilo Villarino. A finales de julio, en una respuesta escrita al magistrado, Villarino admitió que fue él quien dio instrucciones al jefe del Estado Mayor del Aire, general Francisco Javier Fernández Sánchez, para que Gali y quienes entraron con él en España no fueran identificados cuando llegaron a la Base Aérea de Zaragoza el 18 de abril.
Villarino ha sido citado para declarar ante el juez de Zaragoza el 1 de septiembre. Para ese mismo día también ha sido llamado a declarar el general jefe de Estado Mayor del Aire, pero en su caso como testigo. Además, en fecha aún por determinar, el magistrado también ha decidido citar como testigos a Eliseo Sastre-Estévez, que es el director de gabinete de la presidenta socialista de La Rioja, Concha Andreu; y al que durante el caso Gali era el secretario general técnico del Ministerio de Asuntos Exteriores, José María Muriel Palomino.
Gali y sus acompañantes embarcaron en el aeropuerto de Pamplona «sin pasar por el filtro ordinario de seguridad»