Luz verde en el Senado de EE.UU. al billón para obras públicas
Demócratas y republicanos aparcaron momentáneamente sus diferencias ayer para aprobar un plan de infraestructuras de un billón de dólares que supone un logro para la Administración de Joe Biden, que aceptó reducir el gasto previsto a la mitad. Fueron 69 los senadores de 100 que apoyaron este paquete de inversiones, con 19 republicanos uniéndose a los demócratas, en una muestra de bipartidismo poco común en Washington hoy en día.
Ahora, la Cámara de Representantes debe ratificar la ley de gasto, aunque su presidenta, la demócrata Nancy Pelosi, ha dicho que no lo hará a menos que el Senado apruebe un presupuesto con abultados programas sociales y un gasto previsto de otros 3,5 billones de dólares, al que los republicanos se oponen en bloque.
El nuevo plan de infraestructuras aprobado en el Senado contempla grandes partidas para reconstrucción de carreteras, distribución de agua potable, mejora de obras públicas y refuerzo de la conexión a internet por banda ancha. Es la primera vez que este último apartado tecnológico se incluye dentro del conjunto de elementos, dotaciones o servicios necesarios para el buen funcionamiento de Estados Unidos.
La ley de infraestructuras, negociada en jornadas maratonianas en el Capitolio, consta de 2.700 páginas, y comenzó como una iniciativa de 10 senadores dispuestos a hacer realidad una vieja promesa de prácticamente todos los presidentes, la de mejorar las estructuras del país, incluidos carreteras, aeropuertos y ferrocarriles.