Que se pongan malos y tengan rabietas, los dos temores al viajar con niños

▶ Algunas familias cambian de destino y transporte debido a la edad de sus hijos

Viajar con niños cambia mucho el planteamiento, la logística y el lugar de destino. A los padres les asaltan miedos que son muy habituales, sobre todo en las primeras salidas con los pequeños. Según Lourdes Pérez, autora de «Guía para viajar con tu bebé: la primera guía multimedia para descubrir el mundo a su lado» y del blog Viajandodo.com, hay dos preocupaciones principales en los padres a la hora de irse de vacaciones con los hijos.

En primer lugar, que enfermen. «Es muy común sentir angustia al pensar que pueda ponerse malo lejos de su médico u hospital de referencia. Para calmar esta ansiedad es importante llevar las tarjetas sanitarias en regla y un seguro de viaje. Además, antes de emprender la marcha los padres pueden localizar en internet los hospitales más cercanos y los teléfonos de emergencias del lugar de destino».

La segunda preocupación es que en el trayecto el pequeño grite, llore... «En coche es fácil hacer una parada y retomar el camino en mejores circunstancias. Pero los padres sufren más en tren o avión». Lo mejor es, según Lourdes Pérez, olvidarse de las miradas de los demás pasajeros y focalizarse en el niño. «Si demanda algo, hay que ser flexibles y dárselo. No hay que pensar que se le está educando mal, es algo puntual. Los padres que se centran en su hijo no deben pasar bochorno porque el resto de viajeros serán testigos de que están intentando calmar al pequeño y no habrá reproches que valgan. No obstante, nunca está de más pedir disculpas y, sobre todo, llevar a mano una mochila con recursos de entretenimiento para distraer al niño cuando se ponga muy nervioso».