El fair play financiero bloquea a 15 clubes la inscripción de sus fichajes
▶ De ellos, solo el Barça se ha posicionado en contra del acuerdo entre LaLiga y el fondo inversor CVC
Leo Messi y su abrupta salida del Camp Nou han abierto los ojos a los aficionados sobre la delicadísima situación económica por la que atraviesa el Barcelona y han puesto en el foco mediático en la imposibilidad de los azulgranas para cumplir con la regla del fair play financiero que impone LaLiga a sus clubes, un lastre que la marcha del delantero argentino ha permitido aliviar, pero ni mucho menos solucionar. A cuatro días para su estreno en el campeonato 202122, el próximo domingo ante la Real Sociedad, el club presidido por Joan Laporta continúa sin poder inscribir a los cuatro fichajes que ha realizado este verano (Depay, Agüero, Emerson y Eric García) porque necesita liberar mayor cantidad de masa salarial, bien rebajando fichas o bien dando salida a miembros de su plantilla, para ser autorizado a dar de alta a los nuevos jugadores. Un problema que no afecta exclusivamente a la entidad catalana y que se extiende peligrosamente por el fútbol español porque otros seis equipos de la máxima categoría se encuentran en esa misma situación. Conjuntos que, a diferencia del Barça, ven como un último flotador al que poder agarrarse el acuerdo entre LaLiga y el fondo inversor CVC Capital Partners que podría inyectar 2.667 millones de euros a los clubes profesionales. Un acuerdo que fue aprobado la pasada semana por unanimidad por la Comisión Delegada de LaLiga y que para ser efectivo tendrá que ser ratificado mañana por la Asamblea de Clubes, con la oposición ya anunciada de Barcelona y Real Madrid. Un espinoso asunto que amenaza con desatar una nueva guerra en el fútbol después de que el club blanco anunciara ayer «acciones legales, civiles y penales», contra el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y su socio inversor.
El límite salarial es la diferencia entre los ingresos y los gastos que no corresponden a la plantilla deportiva, es decir, fichajes, gastos de explotación, provisiones o empleados del club. La cifra que se asigna a cada club se fija con el objetivo de intentar evitar que los equipos entren en pérdidas y pongan su viabilidad en el aire. La salida de Leo Messi ha supuesto en este sentido un pequeño respiro para el Barça, pero no la solución a sus problemas para poder cumplir con el fair play financiero. Así, el propio presidente Laporta aseguró recientemente que la marcha del argentino solo permite a su club reducir la masa salarial de un 110% de los ingresos totales previstos al 95%. Cifra insuficiente porque la FIFA aconseja que sea de un 70%, por lo que Depay, Agüero, Emerson y Eric García siguen sin ser inscritos por LaLiga a estas alturas del mes de agosto. Una situación angustiosa a dos días de que se levante el telón del campeonato con el Valencia-Getafe del próximo viernes. El conjunto de Mestalla es precisamente uno de los equipos que incumple la normativa de LaLiga y la presencia en ese partido del paraguayo Alderete, el único refuerzo en la plantilla de Pepe Bordalás, sigue estando en el aire. Los otros clubes de Primera división que están en la misma situación de incertidumbre son Betis, Celta, Granada, Levante y Alavés. Una preocupación que se extiende por la división de plata, categoría en la que Almería, Valladolid, Zaragoza, Sporting, Oviedo, Lugo, Fuenlabrada y Burgos siguen sin poder inscribir a sus nuevos futbolistas por incumplir también el fair play financiero. El acuerdo alcanzado por Tebas y el fondo inversor se presenta como una solución de emergencia aunque el presidente de la patronal del fútbol llevaba meses trabajando en ellos. «Hay clubes que no pueden inscribir en este momento a siete u ocho futbolistas. Ese acuerdo con CVC nos va a ayudar y, aunque no va a resolver el problema, sí ayudará a que podamos cerrar la plantilla y salir a competir con ciertas garantías», explica un vicepresidente de Segunda división a ABC.
No es un cheque en blanco
El acuerdo entre Javier Tebas y el citado fondo inversor, en caso de ser aprobado mañana por la Asamblea de Clubes de LaLiga, aliviará las penurias provocadas por la pandemia, pero esta importante inyección económica no supondría, sin embargo, un cheque en blanco para los equipos porque cada uno de ellos solo podría destinar el 15 por ciento del dinero que reciban para reforzar sus plantillas. El acuerdo, no obstante, sí supondría un balón de oxígeno en un momento muy complicado para el fútbol por culpa del coronavirus, que ha provocado un importante descenso en los ingresos. El Barça, según reconoció Laporta, cerró la pasada temporada con pérdidas de 487 millones.