La «España multinivel» se cuela en el homenaje a Infante
PP y Cs reivindican el legado del «padre de la patria andaluza» frente al trato preferente del «sanchismo» a los nacionalistas respecto a las demás regiones, mientras el PSOE utiliza el acto para criticar su pacto con los «negacionistas» de Vox
Hace tiempo que el homenaje agosteño a Blas Infante en el aniversario de su fusilamiento dejó de ser una efemérides destacada en el calendario institucional de Andalucía. Años atrás, se reunía una nutrida delegación del Gobierno andaluz y de la oposición en el kilómetro cuatro de la antigua Carretera de Carmona, el lugar donde el considerado como «padre de la Patria Andaluza» fue asesinado un 10 de agosto de hace 85 años. Pero con Manuel Chaves se cambió el tributo anual a la efemérides de su nacimiento, en el mes de julio, una fecha más oportuna y fácil de encajar entre las vacaciones de los políticos. La de agosto quedó como la rutinaria celebración de una liturgia de menor relevancia, en la que cada grupo parlamentario enviaba a un portavoz para depositar flores ante su estatua, evocar su figura y cubrir mayormente el expediente. Ayer se repitió este ceremonial con la ya tradicional ausencia de Vox, pero con un visitante inesperado en los discursos▶ la «España multinivel» que propugna el Gobierno. Para los representantes de Ciudadanos y PP, los partidos que gobiernan la Junta de Andalucía, detrás de este nuevo marco semántico se esconde el desmontaje del modelo territorial actual en favor de un esquema basado en conceder un trato preferente a los nacionalistas vascos y catalanes, aliados del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos con los que negocia acuerdos bilateralmente.
Las posibles concesiones en la España de distintos niveles que diseña Sánchez se colaron en el homenaje al referente del andalucismo en forma de reproches. Loles López, la secretaria general del PP andaluz, acusó al Ejecutivo central de agraviar «de forma permanente» a Andalucía, una estrategia contra la que lucha –recalcó– el presidente regional, Juanma Moreno. «Somos la comunidad que menos recibe de fondos Covid siendo la más poblada o no nos devuelve el dinero del IVA, entre otros agravios», enfatizó, mientras evocaba la figura de Infante y lanzaba dardos verbales al nuevo PSOE bajo el mando de Juan Espadas. «Aquí no hay un PSOE que defienda Andalucía, lo que hay es una delegación de Sánchez y lo vemos tanto en sus actos como en sus silencios porque no alzan la voz cuando nos quitan dinero, cuando están favor de los indultos y cuando se dan más privilegios a otras comunidades», advirtió. El diseño de un país a dos velocidades fue también el eje discursivo de la portavoz de Ciudadanos en el Parlamento andaluz, Teresa Pardo, que estuvo acompañada por dos diputados más. Infante «fue fusilado por defender los intereses de Andalucía». A este ideario de la igualdad opuso que «el sanchismo ahora nos habla de una España multinivel, que lo único que pretende es poner a los distintos territorios en distintos niveles, a cambio de concesiones a los nacionalistas».
La izquierda, como cabía esperar, no le «compró» el discurso y aprovechó la ausencia de Vox en el acto para atacar al bipartito. El diputado del PSOE por Sevilla Antonio Ramírez de Arellano, aseguró que «el negacionismo» que propugna la formación de Santiago Abascal respecto a la Ley de Memoria Histórica «nos puede devolver a situaciones de enfrentamiento y odio». Consideró grave que se haya perdido «el consenso político general que concitaba» la figura de Blas Infante para concluir que «el Gobierno andaluz del PP y Cs depende de una fuerza política heredera del franquismo».
El Gobierno andaluz también fue el blanco de los ataques del coordinador general de IU en Andalucía, Toni Valero, que lo acusó de «traicionar el autogobierno». La secretaria general de Podemos Andalucía, Martina Velarde, se acordó también del general Queipo de Llano, que «sigue enterrado con honores en la Basílica de la Macarena».