Vandalizan en Lisboa el Monumento a los Descubridores
Una pintada de 20 metros de largo ha aparecido después de que un diputado socialista propusiera demolerlo
El Monumento a los Descubridores de Lisboa, que rinde tributo a los conquistadores que pusieron las bases del imperio portugués y del hallazgo del Nuevo Mundo, ha aparecido vandalizado. Un grafiti de 20 metros de largo llama la atención en la zona de Belém con una leyenda en inglés donde puede leerse: «Navegando a ciegas por dinero, la humanidad se está ahogando en un mar escarlata». La policía lisboeta ya ha tomado cartas en el asunto y ha puesto los hechos en conocimiento de la corporación municipal, aunque de momento se desconoce quién o quiénes están detrás.
Lo cierto es que la polémica persigue a este enclave, uno de los más visitados por los turistas en Portugal, al haber propuesto un diputado socialista ‘destruir’ el monumento. El contexto actual parece haber convertido en una ‘moda’ el revisionismo de los hechos con tal de preservar lo ‘políticamente correcto’. Un sinsentido que afecta a la memoria colectiva de la población lusa. La oda a los descubridores se ha transmutado en una especie de ‘monumento a la discordia’, sobre todo desde que el diputado socialista Ascenso Simoes se atrevió a alzar su voz en contra para proclamar que debería haber sido destruido porque era una obra realizada durante la dictadura de Salazar (se inauguró en 1960).
Polémicas palabras
Si al emblemático puente concebido como el Golden Gate europeo se le mudó el nombre por el del emblemático 25 de Abril (con tal de tapar que se apellidaba como el dictador que nunca se terminó de fiar de Franco), ¿por qué continúa en pie esta diatriba a favor del ‘colonialismo’?, se pregunta el polémico militante del partido que sustenta el Gobierno liderado por Antonio Costa. «En un país respetable, ya habría sido derribado», agregó Simoes, que ha levantado ampollas incluso en el seno del socialismo luso.
La sorpresa se completa con el silencio desde sus propias filas para estupor de los ciudadanos de a pie, que no entienden por qué el parlamentario no resultó descalificado por sus compañeros socialistas ni se le expulsó de la Asamblea de la República.
Más radicalismo demuestra la diputada independiente Joacine Katar Moreira, quien ha difundido una imagen virtual de gran impacto en el país vecino. Se trata de una fotografía en blanco y negro alterada digitalmente de tal manera que el Monumento de los Descubridores ‘despega’ del suelo como si fuese un ovni, en un claro símil de que ella está a favor de que se ‘esfume’ de su emplazamiento en Belém, próximo al Monasterio de los Jerónimos.
Rastro colonialista
Una polémica complementaria se desató en la plaza del Imperio, algo que guarda relación porque el concepto es parecido: la pugna por retirar 32 centros de flores y piezas heráldicas conmemorativas que enmarcan la belleza del lugar, pero que el propio Ayuntamiento (socialista) de Lisboa califica de ‘rastro colonialista’, lo que se tradujo en un movimiento de rechazo articulado en la plataforma Nueva Portugalidad (NP), encabezada por Rafael Pinto Borges. La guerra sin cuartel, incluida la presión para nombrar de otra forma el precioso rincón, se extendió a lo largo de un cruce de cartas y NP recogió casi 10.000 firmas para evitar que las flores y los escudos fuesen trasladados a otro emplazamiento. Es, por tanto, gracias a ellos que la plaza no va a sufrir ningún ‘retoque’, de nuevo bajo supuestas pretensiones revisionistas de corte estrafalario, manipulador y discriminatorio.
En el caso del Monumento a los Descubridores, uno de los más visitados y fotografiados de la capital portuguesa, cobra de nuevo protagonismo su proceso de construcción con materiales perecederos, pues respondía a un encargo de Salazar para la Exposición del Mundo Portugués. Es una carabela estilizada al mando de la cual se halla representado el infante D. Henrique y que rinde homena
je a Magallanes, Vasco da Gama, Bartolomeu Dias, Álvares Cabral, Gil Eanes o Filipa de Lencastre. La gran acogida popular terminó por convertir lo provisional en duradero, de modo que fue reformado por el mismo arquitecto que lo diseñó: Cottinelli Telmo. Así que, finalmente, pasó a integrar el paisaje de la mágica zona de Belém.
Controversia
Hace cuatro años, ya se suscitó una controversia en torno al Museo de los Descubrimientos, un proyecto que primero llamó la atención por la falta de consenso en torno a su denominación y más tarde acabó en los cajones del olvido. El Ayuntamiento de Lisboa lo anunció con todo el boato, pero llamarlo así provocó un revuelo mediático y científico cuando ni siquiera se sabía si se iba a construir. Un centenar de académicos e historiadores firmaron un documento en el que exigían que fuera bautizado como el Museo de la Expansión.