Rebelión nudista contra un chiringuito en Estepona
Los usuarios de Costa Natura, la primera playa naturista de España, recogen firmas para que les dejen tomar el sol sin ropa en un establecimiento en la playa
Un establecimiento de Costa Natura ha decidido prohibir el uso de sus hamacas a los bañistas nudistas
Costa Natural en un oasis naturista. Un pequeño paraíso de tranquilidad donde poder vivir sin ropa. Libres, para poder hacer la vida sin tener que cubrirse. Tiene el honor de ser el primer complejo y zona de baño de estas características en España, después de que un decreto gubernamental la catalogara así en 1979. Sin embargo, un chiringuito en esta zona ha roto esa filosofía. Las hamacas de este establecimiento no pueden ser usadas por los naturistas, que se ven obligados a cubrirse en una zona en la que tradicionalmente no han tenido que hacerlo.
La prohibición de estar en esta zona para tomar el sol con prendas de vestir ha encendido los ánimos de la comunidad de vecinos de 190 apartamentos que ven amenazada su forma de vivir. Personas de 22 países diferentes que pagan por permanecer en este complejo a pie de playa. Es también un negocio redondo, donde un apartamento de 43 metros cuadrados se vende por 140.000 euros.
El precio por disfrutar de una liberación vacacional es alto. Comienza por no llevar nada puesto durante toda su estancia en este lugar. Los gastos corrientes pueden estar entre los 1.900 euros de los estudios más pequeños a los 3.800 euros de los de tres habitaciones. Se venden pocos, por lo que muchos clientes llegan para arrendar con precios establecidos que oscilan desde los 44 euros por noche en enero para los estudios más simples a los 190 en los apartamentos más grandes en agosto.
Costa Natura además otorga una serie de servicios de consejería, como si se tratara de un hotel, para los 190 apartamentos con opciones como la limpieza. Por eso, se ha montado una pequeña rebelión en este enclave, que ha llevado a una recogida de firmas contra este establecimiento que, por otro lado, está en su derecho de exigir que en su negocio se entre con ropa.
Hasta el momento, se han recogido más de 1.200 firmas para que se permita tomar el sol sin ropa en este espacio de hamacas. Los naturistas acusan a este chiringuito de estar alterando esta trayectoria nudista, porque no permite el uso de estos espacios a los usuarios sin ropa, pese a estar ubicadas en suelo público.
Además, explican que ocupa una gran extensión de playa, lo cual les afecta porque limita la posibilidad de practicar nudismo en un espacio que es emblema para este estilo de vida desde hace décadas. En 2020 fue reconocido por el Ayuntamiento de Estepona por la aportación única de Costa Natura al desarrollo turístico del municipio como destino para miles de clientes internacionales a lo largo de su historia.
A esto se suma una supuesta ruptura de la convivencia entre los nudistas y los usuarios de las playas con bañador. Lamentan que se rompan años de convivencia. Hay un arroyo que separa a los bañistas nudistas de los llamados “textiles” y siempre han sido felices, pero temen que esto rompa la buena relacion entre ambas formas de ir a la playa. Temen que este tipo de restricciones puedan romper la relación «amistosa y pacífica» entre las dos comunidades.