Japón amplía el estado de emergencia por el repunte del Covid
Los contagios se han triplicado en Tokio desde la celebración de los Juegos
Una semana después de los Juegos Olímpicos de Tokio, y a siete días de que empiecen los Paralímpicos, Japón prevé ampliar el estado de emergencia para controlar el repunte del coronavirus, que ya está tensionando el sistema sanitario. Con los contagios diarios marcando cifras récords de 20.000 en todo el país y más de 5.000 en la capital, el Gobierno extenderá a otras siete prefecturas las restricciones ya vigentes en Tokio y cinco regiones más. Entre ellas destacan tres prefecturas alrededor de la capital que han sido subsedes olímpicas: Kanagawa, Chiba y Saitama.
Sin karaokes
Con la prohibición de servir alcohol y operar karaokes, los bares y restaurantes tendrán que cerrar a las ocho de la tarde. Según informa la agencia de noticias Kyodo, el Gobierno anunciará su decisión este martes tras consultar con un comité de expertos. Extendiendo el estado de semiemergencia ya declarado en algunas partes de estas siete nuevas prefecturas, entre las que figuran Kyoto, Gunma, Ibaraki y Fukuoka, las restricciones durarán en principio hasta el 12 de septiembre. Pero podrían alargarse si la situación no mejora, como ocurre en Tokio y otras zonas de alrededor, donde en teoría deberían acabar el 31 de agosto.
En total, serán 13 las prefecturas bajo el estado de emergencia. Pero, como pudo comprobar este corresponsal durante los Juegos Olímpicos, el cumplimiento de sus restricciones de horarios y de servir alcohol varía de unos lugares a otros. Y, en ocasiones, por unos pocos metros. Mientras la mayoría de bares y restaurantes estaban cerrados en Ginza Corridor, en pleno centro de Tokio, las cercanas ‘izakayas’ (tabernas) bajo las vías del tren de Shimbashi abrían hasta la madrugada y servían alcohol a su abundante clientela a plena luz del día.
Por segundo día consecutivo, Japón volvió a detectar más de 20.000 casos positivos el sábado. De ellos, 5.094 fueron en Tokio, que el viernes registró su récord de contagios desde que estalló la pandemia: 5.773. En Tokio, además, la cifra máxima contabilizada el viernes triplica los contagios que se registraban antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos el pasado 23 de julio.
Solo el 36% está vacunado
Este incremento de los contagios también ha elevado el número de casos graves, que ya suman 1.603. Por cuarto día consecutivo, se trata de la cifra más alta desde que empezó la epidemia y preocupa a las autoridades niponas por el temor a que se colapsen los hospitales. Enervando al público, el Gobierno incluso llegó a decir durante los Juegos que solo los pacientes graves serían hospitalizados, lo que hundió aún más la imagen del primer ministro, Yoshihide Suga.
Para calmar los ánimos, Suga ha prometido mejorar la vacunación, que de momento solo cubre con la pauta completa al 36 por ciento de los 126 millones de japoneses. Con una de las poblaciones más envejecidas del planeta, más del 80 por ciento de los 36 millones de ancianos han sido vacunados desde que empezó la campaña a mediados de abril, pero el ritmo se ha ralentizado por las vacaciones de verano. Además, Suga ha prometido aumentar los tratamientos médicos con cócteles de anticuerpos, como los que se le inyectaron a Trump cuando enfermó.
Para que los contagios no se propaguen aún más, los Juegos Paralímpicos también se celebrarán sin espectadores, igual que los Olímpicos. Junto a los periodistas, voluntarios y miembros de la organización, solo podrán asistir los estudiantes de un programa educativo para concienciar sobre las discapacidades viendo el esfuerzo de sus atletas. A la espera de ver el efecto final de los Juegos, Japón intenta protegerse ahora contra el coronavirus paralímpico.