ABC (Andalucía)

Una nueva moción de censura a Sánchez, una opción cada vez más improbable y lejana

Vox mantiene que es el PP quien debe liderar la medida y evita postularse de nuevo. Los populares no se mueven de su negativa

- IGNACIO S. CALLEJA

La posibilida­d de una nueva moción de censura a Pedro Sánchez surgió tras la concesión de los indultos a los políticos catalanes condenados por el ‘procés’. Casi dos meses después, las opciones de que alguno de los partidos del bloque de centro-derecha la presente son tan remotas como sus probabilid­ades de éxito. Vox, que fue de quien partió la idea, ni habla ya de dar el paso e insiste en que esta vez ha de ser el PP quien la lidere, pero nada más lejos de la realidad para los populares; no se mueven un milímetro del no.

El verano y las vacaciones parecen haber apagado definitiva­mente la llama que estuvo viva algunas semanas, especialme­nte tras la medida de gracia y la inconstitu­cionalidad del primer estado de alarma. Algo cambió aquellos días, por artificial que fuera, hasta el punto de que Ciudadanos dijo abiertamen­te que ahora sí apoyaría una moción –se posicionó en contra de la presentada en octubre– en el caso de que Pablo Casado la defendiese. La líder de la formación naranja, Inés Arrimadas, deslizó incluso que podría votar a favor si Santiago Abascal hiciera lo propio. Pero poco más.

La perspectiv­a de estos dos meses invita a pensar que las declaracio­nes en torno a esta moción, ya sea en el Congreso de los Diputados o a través de los medios, responden más a una estrategia de intereses partidista­s, máxime cuando el PP presume de un repunte notable en las encuestas y el horizonte del próximo curso deja ver un adelanto electoral en Andalucía. Al tiempo que Vox azuza y trata de provocar a Casado –«El señor Sánchez se cree que usted no se atreve, señor Casado, porque está seguro de que usted no puede ponerle en apuros», dijo Abascal desde la tribuna del Congreso–, el líder de los populares guarda un perfil conservado­r e insiste en que lo más adecuado es la dimisión de Sánchez y la convocator­ia de elecciones.

La formación de Abascal fue quien puso el debate sobre la mesa y en torno a esa idea ha centrado parte de su argumentar­io en uno de los peores momentos de credibilid­ad para el Ejecutivo,

en pleno terremoto por los indultos –contra el criterio del tribunal sentenciad­or–, con buena parte de la opinión pública en contra y con la certeza de que el confinamie­nto masivo entre marzo y junio de 2020 fue ilegal. Si bien este discurso ha perdido fuerza, fuentes del partido señalan a ABC que su posición no ha variado. «Dijimos que el PP debe presentar una moción de censura a la vuelta de verano y mantenemos esa petición y nuestra oferta para apoyarla», dicen desde Vox, que reitera además que ambos episodios, junto a la crisis diplomátic­a con Marruecos o la subida del precio de la luz, justifican más que nunca que haya una nueva moción de censura.

Sin plazos ni prisa

Vox insiste una y otra vez en la «necesidad» de esta medida, pero lo cierto es que no solo evitan dar cualquier plazo al PP, también eluden confirmar si darán ellos el paso ante la postura de los populares. «No tenemos prisa», repiten mientras le invitan a buscar aliados para que la moción prospere, algo casi imposible dada la aritmética de la cámara y la mayoría que Sánchez y sus socios de gobierno han consolidad­o. Aunque las mismas fuentes arguyen que no existe ningún tipo de cálculo político en sus pasos, a nadie se le escapa que detrás de cada movimiento a ambos lados hay una estrategia muy clara para dominar el bloque del centro-derecha, como en una campaña electoral interminab­le.

Abascal no ha variado su hoja de ruta en su oferta a Casado, ni siquiera cuando el Constituci­onal se pronunció respecto al recurso que su partido presentó contra el estado de alarma, pese a que internamen­te se habló de que la sentencia podría entenderse como un posible punto de inflexión para cambiar su decisión.

Sea como fuere, la única evidencia es que la moción de censura está cada vez más lejos. Como informó ABC, la postura del PP hasta la fecha está en las antípodas de lo planteado por Vox. En Génova son consciente­s de que los números, por muchas cábalas que se hagan, no dan. Creen que este movimiento solo beneficiar­ía al presidente del Gobierno, que se vería reforzado otra vez. La formación defiende que una moción de censura solo se presenta si se puede ganar, y en este caso la partida parece estar en otro lugar.

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// EFE Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros

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