Estados Unidos ya no considera experimental la vacuna de Pfizer
La decisión de la FDA permitirá imponer la obligatoriedad de la inmunización a empresas y estados
La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en sus siglas en inglés) de EE.UU. concedió ayer la autorización plena a la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el Covid-19. Hasta ahora, al igual que las otras dos vacunas con las que se permite inmunizar en EE.UU. –las de Moderna y Johnson & Johnson– la de Pfizer/BioNTech contaba con una autorización de emergencia, un proceso expedito de aprobación para circunstancias especiales, como es el caso de la pandemia.
Una de las consecuencias inmediatas de la autorización plena es que abrirá la puerta a que muchos gobiernos locales y estatales, compañías y organizaciones impongan la obligatoriedad de estar vacunado. Ya hay mandatos de ese tipo para determinados trabajadores en algunos estados y ciudades, además de exigencias similares en universidades u hospitales.
El presidente Joe Biden compareció para celebrar la decisión de la FDA, que calificó como «un hito clave en la lucha de nuestra nación contra el Covid» e instó a líderes políticos y empresariales a que requieran a sus empleados «vacunarse o enfrentarse a requisitos estrictos».
El ejemplo inmediato llegó desde Nueva York, la ciudad que en la primavera del año pasado fue el epicentro global de la pandemia. Su alcalde, Bill de Blasio, anunció poco después de conocerse la autorización de la FDA que exigirá a todos los empleados del sistema de educación pública de la ciudad que estén vacunados. Hasta ahora, la opción era estar vacunados o someterse a test semanales. La segunda opción desaparece y los cerca de 148.000 empleados de su Departamento de Educación deberán probar que han recibido al menos una dosis de la vacuna antes del 27 de septiembre.
Se espera que el Pentágono tome una decisión similar en breve y que establezca la obligatoriedad de tener la vacuna a los 1,4 millones de militares activos del Ejército de EE.UU. Este mismo mes aseguró que lo haría en cuanto la vacuna recibiera autorización plena y ayer su portavoz, John Kirby, reconoció que ya se prepara una directiva.
En el sector privado, la aerolínea United Airlines anunció que obligaría a todos sus empleados a estar vacunados tras cinco semanas de esta autorización plena y es probable que otras compañías sigan su ejemplo.
La decisión de la FDA ocurre en medio de una nueva oleada de contagios de Covid en EE.UU., impulsada por la variante Delta. El número de infecciones se ha colocado en niveles similares a los del pasado invierno, cuando todavía no estaba vacunada la mayoría de la población. En estados con niveles bajos de vacunación, como Alabama o Tennessee, el aumento de casos ha venido acompañado de niveles muy altos de hospitalización, con saturación en las UCI y repuntes en las cifras de fallecidos. En Florida, se registran ahora más fallecidos que en cualquier otro momento de la pandemia.
Cerca de 85 de los 320 millones de estadounidenses están sin vacunar y muchos son muy combativos frente a la vacuna. Según una encuesta de la Kaiser Family Foundation, tres de cada diez no vacunados de EE.UU. aseguran que hay más probabilidad de que accedan a inmunizarse con la decisión que ahora ha tomado la agencia estadounidense.
«El momento que estábais esperando ha llegado», dijo Biden a quienes justificaban no vacunarse por la ausencia de la aprobación plena de la FDA. «Es hora de que vayáis a poneros la vacuna, hacedlo hoy», les exigió.
Según los datos presentados por Pfizer para la autorización, con un estudio clínico con 44.000 personas, la eficacia de su vacuna es del 91%, algo por debajo del 95% que registró para obtener la aprobación de emergencia el pasado diciembre.
El mismo día que la FDA dio su autorización, Nueva York anunció que será obligatorio para quienes trabajen en educación