Los hoteles hacen el agosto y disparan las reservas futuras
▶El tirón nacional y el fin de las restricciones animan las contrataciones del tercer trimestre ▶A pesar de la mejora de las pernoctaciones, los ingresos medios siguen un 25% por debajo de 2019
Tras sufrir la quiebra de Thomas Cook y el Covid, en el archipiélago canario se espera una buena temporada alta
Había dudas, pero el fin de las restricciones internacionales y la libertad de movimiento por España están recuperando la actividad hotelera. Aún queda camino por recorrer, pero el sector turístico ya empieza a notar los primeros brotes verdes después de diecisiete meses de crisis sanitaria. A falta de los datos oficiales, que se conocerán el mes que viene, las empresas consultadas por ABC explican que el mes de agosto ha dado el impulso necesario al sector, lo que está permitiendo salvar el verano. Además, las previsiones de los meses futuros, a pesar de que dependen mucho de la evolución de la pandemia, también son optimistas.
Las restricciones y recomendaciones interpuestas por los principales países emisores de turistas auguraban otro verano a la baja. Sin embargo, la tendencia cambió a partir de agosto. «Hemos detectado una mejora importante en la emisión de reservas desde principios de agosto y una caída importante en el porcentaje de cancelaciones. Para los próximos meses, apreciamos en la venta diaria que el cliente internacional cada vez tiene una mayor emisión, siendo Reino Unido, Alemania y Francia nuestras principales nacionalidades», apuntan desde Meliá.
Desde la cadena hotelera añaden que la ocupación, a mitad de agosto, ha sido «en Andalucía por encima del 70%, Benidorm más del 55%, Ibiza y Menorca superior al 60%, Mallorca por encima del 45% y Canarias más del 57%». Además, espera cerrar el tercer trimestre al 70% de los niveles de 2019 debido al incremento de las reservas. Sobre estos mismos porcentajes se mueven en Riu, que destacan que, a diferencia del año pasado, este verano han podido mantener abiertos la totalidad de sus hoteles en España.
«Aluvión» en Canarias
El aumento de las reservas internacionales desde agosto llena de optimismo el final de año, aunque las empresas no se aventuran a dar una previsión exacta porque temen que los países vuelvan a imponer restricciones a la hora de venir a España. «Todavía es pronto para hacer previsiones sobre la próxima temporada de invierno pues dependerá de la evolución de las nuevas variantes y el ritmo de la vacunación en los principales mercados emisores», dicen a este periódico fuentes de Barceló.
Hay que recordar que en julio, mes en el que se esperaba el inicio de la recuperación turística, las distintas restricciones provocaron un parón en las reservas internacionales. Ahora el panorama ha cambiado. Fuentes de Riu hablan de un «aluvión» de reservas en Canarias después de que Alemania metiera al archipiélago insular dentro de su semáforo verde. Este es otro de los motivos de optimismo para Meliá porque, a diferencia de otras regiones, la temporada alta de Canarias empieza en el mes de octubre. Después de dos años malos –quiebra de Thomas Cook y coronavirus–, puede que las islas recuperen gran parte de lo perdido.
Si los datos epidemiológicos evolucionan favorablemente, los hoteles, como informó ABC, alargarán la temporada veraniega más allá de septiembre. Barceló habla de que «confiamos en que la temporada se alargue un poco más que años anteriores», mientras que desde Riu apuntan a Andalucía y Baleares como los destinos donde pretenden estirar la temporada estival.
Turismo nacional
Todas las compañías destacan el importante papel, un año más, del turista nacional en verano. La incertidumbre internacional y la libertad de movimientos entre regiones han intensificado los viajes de los españoles por nuestro país. Así, si en junio ya hacían más gasto turístico que antes de la pandemia, en julio también superaron el número de pernoctaciones,
según los datos que publicó ayer el INE. Una cifra que confirma que los españoles vuelven a ser el motor del turismo de nuestro país. «Es el que está liderando la demanda este verano», comentan desde Barceló, mientras que fuentes de Meliá destacan su «resiliencia». En concreto, 14,9 millones de las 26,3 millones del total de noches de hotel en julio fueron realizadas por españoles. Esto supone un 0,4% más que hace dos años.
El mayor ritmo de las pernoctaciones nacionales no llegan a compensar el descenso de turistas extranjeros, que se desplomaron casi un 60% en el séptimo mes del año por las restricciones que había en el Reino Unido, sobre todo. Las noches de hotel de los británicos representaron el 13% del total de pernoctaciones extranjeras, cuando en el mismo mes de 2019 suponían el 25%. De esta manera, los 26,3 millones de pernoctaciones en julio aún continúan un 38,9% por debajo de los niveles previos a la pandemia. A pesar de la brecha, estos datos mejoran sensiblemente los de los meses anteriores y, sobre todo, los del año pasado. Con respecto a junio, hubo 12 millones más de noches de hotel, mientras que en comparación con 2020 hubo un 125% más.
Suben precios, caen ingresos
La ley de la oferta y la demanda no parece concordar en los datos hoteleros. Y es que a pesar de que la demanda todavía está lejos de la de 2019, los precios medios de los hoteles son un 0,5% más caros. En comparación con el año pasado, la tasa sube un 8,8%. Esta menor demanda sí está teniendo su lógica repercusión en los ingresos. Aunque respecto a 2020 estos se disparan un 68% –de los 34,02 euros por habitación disponible a los 57,15 euros–, en comparación con 2019 siguen un 25% por debajo (76,97 euros).