La primera fase de la reforma de las pensisones llega al Congreso
La primera pata de la reforma del sistema de pensiones se encamina ya al Congreso donde comenzará una tramitación parlamentaria clave pero que, sin embargo, se prevé compleja. Tras la vuelta al trabajo del Gabinete de Sánchez, el Consejo de Ministros dio ayer luz verde en segunda vuelta –el anteproyecto de ley ya fue aprobado el mes pasado con carácter de urgencia– al proyecto de ley con el que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, busca empezar a equilibrar las finanzas del sistema.
Pese a que las principales medidas que incluye la norma, que entrarán en vigor en 2022, son las más amables de las que compondrán el proyecto final de la reforma, los grupos parlamentarios ya mostraron a Escrivá en el Pacto de Toledo su disconformidad tanto con las propuestas como con la falta de diálogo del ministro. Un toque de atención que no es banal, pues Bruselas ha remarcado en diversas ocasiones que a cambio de los fondos de recuperación no solo reclama reformas en los principales puntos débiles de nuestra economía, sino que estas deben aprobarse con consenso para propiciar que sean duraderas y que no se enquisten por el rechazo social, como sucedió en la anterior crisis.
Y es que las medidas aprobadas ayer eliminan los aspectos más polémicos de la de 2013, como el índice de revalorización de las pensiones (IRP), que limitaba su subida anual a un 0,25% en casos de déficit, o el llamado factor de sostenibilidad. Este último, eso sí, deberá ser reemplazado por un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional aún sin definir y que Gobierno y agentes sociales deberán tener listo antes del 15 de noviembre. Esta negociación marcará el inicio del curso, junto con la mesa sobre la reforma laboral y el salario mínimo. La fecha para la próxima reunión se ha fijado el día 13 de septiembre.