Los suspensos en 2º de Bachillerato se redujeron a la mitad en el primer curso en pandemia
Se pasó del 16,7 por ciento en el curso 2018-2019 al 8,2 en la primera ola de Covid, que llevó al cierre de colegios y a la educación online Extremadura y la ciudad autónoma de Ceuta fueron los territorios donde más se abrió la mano
Era lo que se esperaba pero aún no había cifras oficiales. En el curso escolar en el que se inició la pandemia por coronavirus, el 2019-2020, que condujo al cierre de centros y a la enseñanza online, el porcentaje de suspensos en 2º de Bachillerato se redujo a la mitad respecto al curso anterior, 2018-2019.
Según datos del Ministerio de Educación, en el curso 2019-2020 promocionaron el 91,8 por ciento de los alumnos de 2º de Bachillerato, es decir, los que dan el salto a la Universidad o la FP de Grado Superior. Esto supone un aumento del 8,5 por ciento respecto al curso anterior, en el que suspendió un 16,7 por ciento frente al 8,2 del curso ‘pandémico’; es decir, bajaron la mitad. Así lo señala el informe ‘Estadística de las Enseñanzas no universitarias. Datos avance 2020-2021’, hecho público el pasado 30 de junio.
En 4º de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) ha ocurrido lo mismo, aunque la reducción de los suspensos es menor. Así, promocionó el 92,7 por ciento de los alumnos, lo que
En todos los cursos, los porcentajes de promoción son superiores en los centros privados respecto a los públicos
supone un aumento del 6,3 por ciento respecto al curso anterior, en el que suspendió un 13,6, frente al 7,3 del curso del coronavirus. Otra vez, los suspensos han bajado, aunque en esta etapa casi a la mitad. En cualquier caso, cabe resaltar que en 4º de ESO en 2019 se podía promocionar con hasta 3 suspensos.
Pero los datos demuestran que la promoción fue generalizada en todas las etapas. Así, en 6º de Primaria promocionaron el 98,6 por ciento de los estudiantes. En 1º de la ESO, el 93,5 por ciento; en 2º, el 91,6 por ciento; y en 3º, el 92,5 por ciento. También en 1º de Bachillerato aprobaron el 92,4 por ciento.
El informe igualmente analiza el porcentaje de alumnado que pasa de curso según el tipo de centro, público o privado. En todos los cursos los porcentajes son superiores en los centros privados, variando desde un 95,7 por ciento de 2º curso de ESO al 97,5 por ciento de 1º de Bachillerato. En los centros públicos, el menor porcentaje también corresponde a 2º curso de ESO, 90,0%, y el mayor a 1º de ESO, 92,2 por ciento.
El problema de estas cifras no es que se redujeran los suspensos en un curso que evidentemente fue excepcional con la llegada del coronavirus, sino qué pasará de aquí en adelante con una ley, la Lomloe o ‘ley Celaá’, que en ese momento no estaba aplicada, y que facilita (desde este curso que entra) la promoción y la titulación.
De hecho, antes no se podía obtener el título de Bachillerato con suspensos mientras que con la nueva norma, sí. En el caso de ESO, se promociona sin límite de asignaturas (antes era con tres).
«No es malo en un curso»
«A mí no me parece tan mala noticia que solo en un curso, y más en uno como el del inicio de la pandemia, donde mucho alumnos lo pasaron mal, se reduzca el numero de suspensos», señala Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos y vicerrector de calidad de la misma universidad.
De hecho, el docente recuerda un informe de la profesora Sandra McNally, de la London School of Economics, que concluía que en Mayo del 68 a quienes aprobaron gracias a una mayor flexibilización, y que no lo habrían hecho en condiciones normales, no les fue posteriormente tan mal, ni en sus estudios posteriores ni en el mercado de trabajo. Aunque hay un ‘pero’. Que esta bajada de la exigencia se mantenga en cursos posteriores. «Con la Lomloe será más fácil promocionar y titular, por lo que hay al menos una parte de los alumnos que pueden reaccionar a ello estudiando o esforzándose menos», advierte Sanz.
Norma «innecesaria»
Al mismo tiempo, el economista ve «innecesaria» la ley «porque estos datos dejan claro que los docentes ya eran flexibles con la ley anterior, mientras que ahora se facilita la promoción por normativa. Lo que hay que hacer es confiar en nuestro docentes, ellos saben perfectamente a quién promocionar y a quién no».
Por su parte, el pedagogo Gregorio Luri señala que «los criterios de evaluación forman parte del aprendizaje del alumno y, además, parte esencialísima, porque le están diciendo al
alumno cuál es la manera de evaluarse a sí mismo. Decía Lacan que lo que hacemos sabe lo que somos. Nosotros estamos diciéndoles a nuestros estudiantes que no, que lo que cuenta no es lo que hacemos, sino lo que sentimos. Les estamos diciendo, en definitiva, que no tengan prisa en hacerse adultos. El problema es que después los abandonamos con esta mentalidad en la puerta de la escuela, y no entienden que en el mundo real lo que valoran es la calidad del trabajo que hacen».
Por regiones
El informe también hace un desglose por comunidades. El porcentaje de alumnos de 4º de la ESO y de 2º de Bachillerato que promociona en el curso 2019-2020 aumenta en todas las comunidades respecto al curso anterior, 2018-2019. En el caso del último curso de la Educación Secundaria Obligatoria se quedan por debajo del 90 por ciento de promocionados únicamente Melilla (87,7 por ciento) y Murcia (88,6 por ciento).
En 2º de Bachillerato también suben en todas las comunidades los alumnos promocionados, quedándose por debajo del 90 por ciento solo Melilla (84,2), Comunidad Valenciana (88,4) y Murcia (89,0) y, superando el 95 por ciento, la ciudad autónoma de Ceuta (96,3), Aragón (96,2), La Rioja (96,0), Galicia (95,6) y CastillaLa Mancha (95,4). Respecto a los alumnos que saltan a la universidad, las regiones donde más aumentó el número de aprobados es Ceuta (25 puntos porcentuales) y Extremadura (14,5). En 4º de la ESO donde más ha crecido la promoción es también en Ceuta (19,8), Castilla-La Mancha (11), Galicia (9,0) y Aragón (9,0).
En enero de este año, aún a falta de datos oficiales, el Consejo Escolar del Estado, el máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa, decía que la caída del rendimiento académico durante la pandemia es un «prejuicio». Este órgano, entonces presidido por Enrique Roca, nombrado por el PSOE, publicó el avance de un informe que aseguraba que «debe descartarse, a juicio de este Consejo, cualquier apreciación basada en impresiones o supuestos (prejuicios en la mayoría de los casos) sobre descensos irrecuperables del rendimiento del alumnado (en raras ocasiones se habla de mejoras) durante la pandemia».
El Consejo Escolar del Estado instaba a «esperar a las valoraciones fiables para valorar las tendencias del rendimiento y del éxito o el fracaso en el conjunto del sistema educativo español».
«Estamos diciéndole a nuestros estudiantes que no, que lo que cuenta no es lo que hacemos, sino lo que sentimos»