El plan español de impulso al vivero paralímpico
Aumenta la edad media de la delegación, pero se mira al futuro con optimismo trabajando para aumentar los éxitos. En Tokio debutan siete promesas con muy buena pinta
España se presenta en Tokio con un grupo cargado de experiencia y ganas, 127 atletas paralímpicos y 15 deportistas de apoyo que tienen como objetivo igualar, al menos, la cosecha de medallas de Río 2016 (31 medallas 9 oros, 14 platas y 8 bronces). Se mira a la delegación nacional como la gran potencia que es, ejemplo para muchos otros países, y porque los deportistas han alcanzado el corazón de la sociedad Teresa Perales y sus 26 medallas o las 16 de Xavi Torres y Sebastián Rodríguez, las 7 de Ricardo Ten, abanderado ayer en el desfile inaugural junto a Michelle Alonso. Ya leyendas, pero muy vivas, con opciones de podio también en Tokio. Pero el Comité Paralímpico Español (CPE) ya mira hacia el futuro, consciente de que los años pasan incluso para los más laureados y no quiere que se produzca un vacío tras su marcha.
«Se está complicando el relevo. Conseguir que los chavales jóvenes con y sin discapacidad hagan horas y horas de esfuerzo es muy difícil. Sobre todo ahora que hay otras alternativas que enganchan mucho. Pero tratamos de que hagan deporte, primero para rehabilitarse. Y el horizonte es optimista. Vienen muchas promesas y las empresas del Plan ADOP –que se puso en marcha en 2005– siguen con nosotros a pesar de la crisis. A los veteranos no les ponemos ningún obstáculo. El deporte los ayuda a mantenerse mejor en su día a día. Y sirven de ejemplo», explica Miguel Carballeda, presidente del CPE. En Tokio 2020, la edad media de la delegación es de 33,5 años; en Río fue de 32,6; y en esa búsqueda de bajar la media sin perder valor está Pedro J. López Martínez, técnico de deportes del CPE y responsable de promoción deportiva. «En el Comité creamos una estructura piramidal, el pico es el deporte de alto rendimiento y la base está en el relevo y las promesas. ‘Relevo paralímpico’ es un programa autonómico que promociona el deporte en ciudades y pueblos, con clínics para niños para que prueben estos deportes. Por ahora estamos trabajando en la Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias. Y ‘Promesas paralímpicas’ es el escalón siguiente, cuando vemos que ese niño tiene cualidades para despuntar. Ahora están las promesas de la natación, de AXA, las de atletismo, de Liberty, o las de ciclismo, de Cofidis. También de tenis de mesa y triatlón», explica para ABC.
Apunta dos dificultades principales familias que no quieren o no pueden llevar a los niños con discapacidad a hacer deporte, por miedo o desconocimiento, y la falta de recursos para costearlo y de infraestructura para llevarlo a cabo. «Para hacer ciclismo vas a una tienda y te compras la bici. Una persona con discapacidad necesita una handbike, mucho más costosa. A veces no hay una estructura deportiva, faltan entrenadores especializados en esa discapacidad o material o sitio donde practicarlo», subraya antes de citar un proyecto paralelo Se busca próxima estrella. «Las personas que no encuentran dónde practicar un deporte contactan con nosotros y los derivamos a ese plan de Relevo paralímpico los asesoramos y les decimos dónde entrenarse y hasta con quién».
Ahí, en ese quién, hay otro bache. En las carreras de la Actividad Física y del Deporte cada vez hay más interés por aunar deporte olímpico y paralímpico, pero no siempre es posible encontrar guías preparados para acompañar en su progresión a estos deportistas en desarrollo. «Cada vez se conoce más, pero también es más difícil que quieran invertir su tiempo de deporte en ayudar a estos atletas que crecen. Cuando llegan al alto rendimiento es más fácil porque ya son parte del equipo, en igualdad de condiciones de apoyo económico y medallas. Pero nos cuesta más en los jóvenes. La mayoría de las veces ese guía sale de la familia o los amigos del deportista, pero también se tienen que formar», analiza el técnico.
El camino es complejo, pero funciona. Promesas de la natación fueron Nuria Marqués y Óscar Salguero, novatos en Río 2016 ella, con solo 17 años, fue oro en 400 metros y plata en 100 espalda; y él, con 19, oro en 100 braza. Repiten en Tokio, donde enseñarán lo que significa esta cita a las nuevas promesas que debutan Nahia Zudaire, Jacobo Garrido, David Sánchez y Luis Huerta, en natación; Nagore Folgado y el guía Joan Raga, Alba García y el guía Jonatan Orozco, Eduardo Uceda y el guía Jorge Gutiérrez, en atletismo. Son el futuro para un objetivo claro «Desde Barcelona 92 hemos ido bajando en medallas. Tenemos que invertir y fijarnos en lo que hacen Gran Bretaña o Países Bajos que aumentan los éxitos cada vez y revertir esa caída», finaliza López Martínez. El horizonte, no obstante, se mira con optimismo y con la estela brillante de los Ten, Perales, Torres o Rodríguez como guías.