ABC (Andalucía)

«Hay que dar lo que los demás aún no saben que necesitan»

JAVIER MARTÍN. 28 años. Fundador de Aluxion

- SALVADOR SOSTRES

—Oye, Javier, que dicen que por ser joven eres pobre, víctima e idiota.

—Amo lo que hago. La juventud te permite equivocart­e y ser más atrevido que cuando uno es más mayor.

—No parar nunca.

—Es la única manera. Yo es que no considero mi trabajo un trabajo. Soy lo que hago, por eso no paro nunca.

—Dos tipos de persona.

—Los que se paran a ver cómo ocurre y los que hacen que las cosas ocurran.

—Cuando tenía 13 años.

—Quería ser neurociruj­ano.

—Siempre lo fácil.

—Pero en el colegio jugando descubrí cómo hacer un virus informátic­o, fue un punto y aparte.

—Fácil y simpático.

—Bueno, eran las típicas trastadas entre amigos.

—Yo les hacía artículos.

—Entre nosotros se puso de moda el «a ver quien se atreve a abrir este archivo» pero en una de esas tardes me pregunté cómo se hacía realmente un virus informátic­o y buscando por Google di con el mundo del hackeo y la programaci­ón, que cambió mi vida.

—Empezaste a programar.

—Me di cuenta de cómo lo que estaba en mi cabeza lo podía plasmar en código y eso tomaba vida, era como magia para mí, unido a la inocencia y curiosidad de un niño.

—A los 17.

—Telefónica me financió mi primera aplicación. Todo cambió.

—No existía ni el iPhone.

—Ni el iPhone ni casi nada. Mi aplicación hoy sería una obviedad pero entonces fue novedosa. Te permitía etiquetar a las personas que salían en tus fotos y mandarlas automática­mente. «No te pierdas una foto en la que salgas» era mi lema.

—Eras muy joven.

—Tenía un duro camino y a la vez Telefónica no sólo me financió, sino que años más tarde me fichó para que trabajara con ellos.

—Tus padres.

—No me entendiero­n del todo. Ellos no son empresario­s, ni tecnológic­os y muchos conceptos se les escapaban, pero han sido el principal punto de apoyo y motivación en mi vida, les debo los valores y la educación que tengo.

—Tú.

—Era muy reservado, muy tímido. No salía. No hablaba y ahora no callo.

—Telefónica.

—Me abrió y me ayudó a descubrirm­e a mí mismo, me rodeé de personas mayores que yo. Me llamaban el bebé. Empecé a crecer. Desarrollé mi primera aplicación, que terminé vendiendo. Estuve en otra aplicación que era un pre-Tinder: Hithru. Te permitía conocer a gente en los sitios en los que estabas a través de tu smartphone. —Aprendiste a ligar.

—Más bien aprendí a fracasar. Discrepanc­ias con los socios. Demasiadas diferencia­s. Terminamos por cancelar el proyecto. Después de esta aventura, Telefónica me ofreció trabajar en un nuevo departamen­to que habían creado.

—Y dejaste Telefónica.

—Yo estoy muy agradecido a Telefónica, han sido mis mentores, les debo todo. Pero nunca fui corporativ­o. Quería arriesgar. Tenía 21 años.

—Fundaste Aluxion

—Destinada a crear productos digitales en general, aunque siempre me había fascinado el mundo financiero y cómo la tecnología lo está cambiando.

—ByeWallet.

—Fue lo primero que intentamos: un sistema de pago entre personas, precursor de Bizum. Ganó distintos programas, y era difícil en la época, porque las licencias bancarias no estaban tan accesibles como ahora.

—Caer y levantarse.

—En este cuerpo hay muchos moratones. Aluxion tiene dos etapas: crecimos muy rápido y en 4 meses pasamos de 2 a 21 empleados. Todo fue muy acelerado, una de las principale­s cosas que descubrí fue la dificultad de gestionar equipos.

—20 despidos.

—Y muchas deudas. Casi quebramos. Fue la peor etapa de mi vida. Incertidum­bre, créditos.

—Cambio de paradigma.

—Debíamos tanto que le ofrecí a mi socio asumir su parte de la deuda a cambio de quedarme la compañía. Fue hace 4 años, un acto de amor y de inconscien­cia. Mi vida cambió: el dinero dejó de ser importante y lo único que me importaba era saber por qué hacía lo que hacía y hacerlo bien.

—El dinero era importante porque tenías muchas deudas.

—Es más importante hacerlo bien y que haya una misión de fondo. Cuando buscas hacer las cosas bien es cuando más dinero ganas en tu vida.

—¿Qué es hoy Aluxion?

—Es una agencia digital con un equipo de 25 personas para ayudar a las startups en el diseño y desarrollo de sus productos y crear nuestras propias startups para revolucion­ar los distintos sectores. No queremos hacer cosas sin sentido sólo por dinero.

—El dinero no es el problema.

—En el sector tecnológic­o hay más demanda de talento que de dinero. Para los que son realmente buenos, tener trabajo ya no es un valor, porque saben que al día siguiente alguien pagará más por ficharlos.

—La misión.

—Para atraer al verdadero talento, más que ofrecer dinero, tienes que ofrecer un destino, un motor cambiante, algo que va a dejar huella porque va a mejorar lo que había, algo en lo que crean.

—Ponme un ejemplo.

—Actualment­e estamos en fase de conseguir inversión y el año que viene lanzaremos Insurfy. Un proyecto que nace para democratiz­ar el sector de los seguros. Hace 8 ó 10 años, ni los bancos ni las asegurador­as podían ni imaginar que habría startups compitiend­o contra ellos, pero hoy es una realidad. La tecnología ha abierto el mercado, el verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos.

—El impacto.

—Por un lado, permitir que cualquier negocio pueda vender sus seguros y por otro lado, permitir que muchas más personas puedan acceder de forma rápida y sencilla, sin burocracia­s, a un seguro más barato y más ajustado a sus necesidade­s. Hay que dar lo que no existe, anticipars­e, dar lo que los demás aún no saben que necesitan. Henry Ford decía que si hubiera preguntado a sus clientes habrían querido caballos más rápidos.

—Ganar está bien.

—Mi vida es muy estoica. Si tienes una enfermedad terminal, quieres dejar un legado en la gente que te rodea, que tengan un bonito recuerdo de lo que fuiste y de lo que hiciste. El éxito es saber tener éxito. Podemos inspirar a los demás y mejorar sus vidas. Y que éste sea nuestro legado.

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EL NEGOCIO Y LA MISIÓN Acostumbra­do desde pequeño a crear proyectos, empresas, a ganar dinero y a perderlo, Javier Martín quiere desde su empresa Aluxion revolucion­ar los sectores en los que se implica mejorando la vida de las personas.
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