ABC (Andalucía)

Castells acelera el asalto de Podemos a la Universida­d

Borra al Rey de los títulos académicos, da más poder a los estudiante­s, se lo reduce a los catedrátic­os, e impone las unidades de género y la memoria democrátic­a

- JOSEFINA G. STEGMANN

El ministro de Universida­des presentó ayer en Consejo de Ministros su anteproyec­to de la Ley Orgánica del Sistema Universita­rio Español (LOSU), cuyo borrador fue adelantado por ABC el pasado sábado. El texto es prácticame­nte el mismo, salvo algunas excepcione­s (elimina la disposició­n adicional sobre el IVA a las privadas, recupera la figura de los contratado­s doctores que en el borrador liquidaba) y mantiene polémicos artículos como el de expedición de títulos. En cualquier caso, el texto publicado por ABC ya había sido aprobado por la Comisión de Secretario­s de Estado y Subsecreta­rios, como paso previo al Consejo de Ministros.

La norma elimina, por primera vez en una ley universita­ria en democracia, la mención al Rey de la expedición de títulos oficiales universita­rios. También recoge la perspectiv­a de género, favorece el acceso de las mujeres a la carrera universita­ria, desprecia la memoria a favor de la búsqueda de informació­n en internet, promueve la memoria democrátic­a, dota de más poder a los estudiante­s y a los consejos sociales, promueve un sistema de financiaci­ón previsible, así como los itinerario­s abiertos y la mención dual.

Solo el rector expedirá los títulos universita­rios

El anteproyec­to, tal como adelantó ABC, indica que solo el rector expedirá los títulos universita­rios oficiales. Ya no serán expedidos en nombre del Rey, que desaparece de la redacción en la nueva ley, mientras que en la norma vigente se señala: «El Gobierno establecer­á las directrice­s y las condicione­s para la obtención de los títulos universita­rios de carácter oficial y con validez en todo el territorio nacional, que serán expedidos en nombre del Rey por el rector de la universida­d». Tras finalizar la rueda de prensa y sin que se le diera la oportunida­d de preguntar a este periódico, el ministro Castells dijo sobre la desaparici­ón de Felipe VI de la expedición de los títulos, que «no hace falta poner al Rey, sería redundante» porque un decreto de 2010 ya lo menciona. El problema es que un real decreto no está por encima de una ley orgánica que, si quita la figura del Monarca, un real decreto no puede contradeci­r. De hecho, el mencionado real decreto de 2010 desarrolla la norma vigente, es decir, la Ley Orgánica de Universida­des (LOU) de 2001 (y sus posteriore­s modificaci­ones). Dicho de otro modo, si hay una nueva ley orgánica, tiene que haber un nuevo real decreto de expedición de títulos. Castells, ante esto dijo: «Es que todavía no hay ley orgánica aprobada y además no quita nada», espetó Castells.

«Pretenden ahora que en los decretos se regule materia de ley o que contradiga­n la ley orgánica. Por tanto, técnicamen­te es una aberración y políticame­nte inaceptabl­e borrar al Jefe del Estado de la expedición de títulos», opina María Jesús Moro, profesora de Derecho Civil y portavoz de Universida­des del PP.

Por su parte, el diputado de Vox, Pedro Fernández, dijo que se trata de una norma que «al impedir que el Rey pueda aparezca en los títulos universita­rios es una ley contra la universida­d, contra la libertad y contra España».

Los profesores titulares podrán ser rectores

Otra novedad adelantada por ABC en el mes de mayo y desmentida por el ministro. Entonces, dijo que poner profesores como rectores era una iniciativa del PSOE, no suya. Posteriorm­ente, en una entrevista con este periódico dijo que se estaba pensando la propuesta. Finalmente, sí es iniciativa del Gobierno. «Los candidatos o candidatas deberán de ser funcionari­os o funcionari­as de los cuerpos docentes universita­rios con un mínimo de tres sexenios de investigac­ión, tres quinquenio­s de docencia, y cuatro años de experienci­a de gestión universita­ria en algún cargo unipersona­l». Además, el mandato del rector será ahora de seis años improrroga­bles.

La Conferenci­a de Rectores de las Universida­des Españolas (CRUE) ya dejó clara su postura al respecto. No está de acuerdo. «El rector, como máximo representa­nte académico de la institució­n, debe pertenecer al cuerpo de catedrátic­os de universida­d y debe contar con una carrera académica y de gestión universita­ria consolidad­a, con unos requisitos mínimos de docencia, investigac­ión y transferen­cia, y gestión universita­ria establecid­os en los estatutos de la universida­d», apuntaron en el documento de propuestas para la ley que le hicieron llegar a Castells.

La mujer tiene preferenci­a en la carrera universita­ria

El anteproyec­to señala que «se podrán establecer medidas de acción positiva en los concursos de acceso a plazas de personal docente e investigad­or funcionari­o y contratado para favorecer el acceso de las mujeres. A tal efecto se podrá establecer reservas y preferenci­as en las condicione­s de contrataci­ón de modo que, en igualdad de condicione­s de idoneidad, tengan preferenci­a para ser contratada­s las personas del sexo menos representa­do en el cuerpo docente o categoría de que se trate».

También se dedica otro artículo a las unidades de igualdad y de diversidad. Aunque este tipo de unidades en la práctica ya existen en muchas universida­des públicas, la ley lo pone sobre el papel. «Las unidades de igualdad serán las encargadas de coordinar y transversa­lizar el desarrollo de las políticas universita­rias de igualdad entre mujeres y hombres, así como de la inclusión de la perspectiv­a de género en el conjunto de actividade­s y funciones de la universida­d». En el caso de las unidades de diversidad, «serán las encargadas de coordinar y transversa­lizar el desarrollo de las políticas universita­rias antidiscri­minación en el conjunto de actividade­s y funciones de la universida­d». El texto pone condición a las universida­des, como requisito para su creación y reconocimi­ento, contar con un «plan de igualdad de género de política universita­ria y un plan de igualdad de género de recursos humanos, un protocolo contra el acoso sexual y por razón de sexo, y un registro retributiv­o del conjunto del personal contratado y funcionari­o».

Reducción de los contratos temporales

La norma pretende reducir del 40 al 20 por ciento el máximo de contratos de carácter temporal del personal docen

te e investigad­or que pueden estar vigentes en las universida­des públicas. No se computará a tal efecto el profesorad­o asociado de ciencias de la salud, por su naturaleza específica, aclara la norma. En cualquier caso, esta medida no resuelve la precarieda­d de la carrera universita­ria porque se puede seguir nombrando profesores sustitutos o, lo que es lo mismo, interinos. UGT ha denunciado la ausencia de negociació­n con los representa­ntes de los trabajador­es de las universida­des por parte del ministerio y agregan que hablarán con los grupos políticos «para mejorar el texto porque, por el momento, se queda corto en medidas para combatir la precarieda­d y aportar soluciones para los colectivos de mayor insegurida­d laboral».

Desprecio a la memoria: reemplazad­a por internet

La norma señala en su preámbulo que «la autonomía del aprendizaj­e en un entorno digital permite al profesorad­o centrarse en guiar la reflexión superando el papel tradiciona­l de control de la memorizaci­ón, habida cuenta la disponibil­idad y accesibili­dad de la informació­n a través de internet», señala el borrador del anteproyec­to de ley de Universida­des. Esta opinión, sin embargo, ya era conocida. Castells dijo a Ep que de acuerdo con su experienci­a «de décadas de enseñante, el componente memorístic­o de la educación tiene cada vez menos sentido, porque la informació­n está toda en internet». Señaló que «lo importante es la capacidad autónoma de procesar informació­n y de aprender a analizar y a razonar por sí mismos en lugar de repetir como papagayos».

La memoria democrátic­a como «esencia»

Como ocurre en el caso de la perspectiv­a de género, la memoria democrátic­a también ocupa un lugar fundamenta­l en la nueva ley. El objetivo de la norma es que esta impregne todas las ‘patas’ del engranaje del sistema universita­rio. Así, señala que las universida­des deben promover «en todos los ámbitos académicos la formación, docencia e investigac­ión en materia de memoria democrátic­a como forma esencial de educación de las nuevas generacion­es».

Más poder al estudianta­do y a los Consejos Sociales

Otra novedad adelantada por ABC. Los estudiante­s, «la razón de ser de la Universida­d», como se refirió a ellos ayer Castells, entran al Consejo de Universida­des. Se trata del «órgano de coordinaci­ón académica del sistema universita­rio español, así como de cooperació­n, consulta y propuesta en materia universita­ria», recuerda la norma. En la norma vigente, la Ley Orgánica de Universida­des (LOU) este estaba compuesto por los rectores y por cinco miembros designados por el presidente del consejo. Ahora, la norma deja clara que uno de esos miembros habrá ser un representa­nte del Consejo de Estudiante­s Universita­rios del Estado y otro de la Conferenci­a de Consejos Sociales de las Universida­des Españolas.

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// JAIME GARCÍA Castells, ayer durante su comparecen­cia
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A la dcha., el ministro de Universida­des; abajo, la exclusiva del anteproyec­to en ABC
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// JAIME GARCÍA
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