«Abel Ruiz es la mejor copia de Benzema»
Santi Denia y Nacho Díaz, entrenador y compañero de habitación del valenciano en las categorías inferiores, analizan el juego y la personalidad del nuevo delantero de la selección
Su convocatoria fue una sorpresa «total» incluso para él. Al estilo de lo que ocurrió hace unos meses con Robert Sánchez en la portería, la aparición de Abel Ruiz en la lista de delanteros de Luis Enrique ha provocado estos días un aumento considerable de su nombre entre las búsquedas de internet. Es un nuevo golpe de efecto del seleccionador, otra vuelta de tuerca al debate de la falta de gol. Pero por muy arriesgada que parezca la apuesta existe un convencimiento pleno en las posibilidades del jugador dentro del cuerpo técnico de la selección.
Abel Ruiz (Almusafes, 2020) llegó con 16 años a la cantera del Barça, procedente de la del Valencia. E incluso llegó a debutar con el primer equipo en la penúltima jornada de la temporada 19-20 (21 minutos en la victoria por 2-0 ante el Getafe). Pero como le ocurre a muchos otros chavales de La Masía vio demasiado lejana la oportunidad de triunfar en el Camp Nou y decidió emprender un nuevo camino. En el invierno de 2020 se concretó su cesión al Sporting de Braga, equipo de la zona noble de la liga portuguesa que apenas unos meses después, en plena pandemia, le convirtió en el fichaje más caro de su historia al pagar 8 millones de euros por él.
En la selección ha hecho el recorrido completo por todas las categorías inferiores. Donde más destacó fue en la sub-17, con quien se proclamó campeón de Europa y subcampeón mundial y destapó su vena más goleadora (27 tantos en 37 partidos). Sin embargo, no es esa su mejor virtud. «Lo mejor que tiene es el juego asociativo, entiende el juego, sabe cuándo tiene que ir al espacio y cómo apoyarse con los compañeros», explica a ABC Santi Denia, actual seleccionador sub-19 y su técnico en aquellos campeonatos. «Nosotros siempre decíamos que era como la mejor copia de Benzema», corrobora Nacho Díaz, exfutbolista de Villarreal, Almería o Cádiz y compañero de habitación de Abel Ruiz en aquellas concentraciones de la sub-17. «Hay pocos delanteros como él por lo bien dotado que está técnicamente. Sabe salir del área y asociarse con sus compañeros. También es bueno en el aspecto físico, porque tiene buen cuerpo y es rápido. Y tiene ese punto de pegada que al final es muy importante en los delanteros». En el capítulo de alabanzas no se pasa por alto su madurez. «A la sub-17 llegó un año antes que todos nosotros y era el líder de esa generación», continúa Nacho Díaz. «Nos fiábamos mucho de sus consejos, a pesar de su juventud ya tenía un punto de experiencia».
Un chico introvertido
En cuanto a carácter, los que le conocen bien destacan su carácter retraído. No es un chaval al que le guste hacer alarde de sus emociones. «Yo no soy muy objetivo. Conmigo ha sido capitán y le tengo un cariño muy especial. Para él he sido más formador que entrenador. Es introvertido, pero su relación con el grupo siempre ha sido perfecta», cuenta Santi Denia. «No es una persona que se abra con facilidad, pero si lo conoces y tienes trato con él consigues que sea cercano», dice Nacho Díaz. «Se preocupa mucho por su gente y si te puede ayudar en algo va a ser el primero en ir. Es tímido, pero con él nunca te va a faltar una palabra de apoyo».
En la selección se ha sentido acompañado desde el primer día, pues entre los internacionales hay uno de sus amigos de la infancia, Ferran Torres, con quien compartió sus primeras patadas al balón tanto en Valencia como en la selección. También esperará ansioso el regreso de Ansu Fati, con quien compartió habitación en los viajes de la cantera azulgrana. Abel, en realidad, no se estrena con España, pues formó parte del grupo de la sub-21 que debutó con la absoluta en el amistoso ante Lituania previo a la Eurocopa, aquel que no pudieron disputar los convocados para el torneo continental por el positivo de Busquets. El valenciano formó parte del once que Luis de la Fuente sacó al campo en el estadio de Butarque y se marchó con un sabor agridulce en su debut tras fallar un penalti en la primera mitad. El delantero fue de los pocos que disputó los noventa minutos de aquel estrambótico partido, celebrado aún entre la incertidumbre de si la selección podría disputar la Euro (esa misma noche, tras el partido se desveló el positivo, después declarado falso, de Diego Llorente).
A la selección llega como delantero centro, pero curiosamente sus cifras como goleador fuera del equipo nacional nunca han sido demasiado boyantes (en Portugal suma 14 goles en 52 partidos). «Tiene un gran margen de mejora, y eso implica también que sus cifras goleadoras irán aumentando», sostiene Santi Denia. «Puede triunfar en la selección y donde él quiera», confirma Nacho Díaz. «Sus cualidades son inmensas y solo puede mejorar. Es muy joven y seguirá creciendo. No tiene límites y sí mucho camino por delante. Seguro que triunfa».